¿Qué es nacer de nuevo? Todos sin excepción nacemos con pecado, conforme enseña la escritura “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,” (Romanos 3:23); sin Cristo viviendo en nosotros, nuestros pensamientos, sentimientos y emociones nos llevan a actuar mal, es decir, tenemos una “tendencia pecaminosa”, que nos mantiene esclavos de nuestros delitos y pecados y nos lleva a una vida vacía y sin propósito.
El pecado nos separa de Dios, debido a la santidad y pureza de Dios, como dice en Isaías 59:2 “pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír.”
Como explica la escritura en Juan 1:12-13, si creemos verdaderamente en Jesús, nacemos espiritualmente; Dios nos da un segundo nacimiento, ya no por voluntad humana, sino que Dios une su Espíritu con el nuestro (Bautismo del Espíritu), para darnos vida eterna y hacernos sus hijos.
Entonces con su Espíritu habitando en nosotros y edificados día a día en su santa Palabra, podemos vivir libres y llenos de su amor, haciendo su voluntad, agradando a Dios con nuestros pensamientos, con lo que hablamos y con lo que hacemos; ya el pecado no nos controla llevándonos a una vida en derrota, sino que su Espíritu nos conduce a una vida plena y con fruto.
Así que, apropiémonos de esta verdad en nuestro diario vivir, postrémonos ante Dios, en sincero arrepentimiento y pidamos que nos haga nacer de nuevo gracias al sacrificio de Jesús en la cruz y a su resurrección, recibamos el agua de su Palabra que anuncia su salvación y por medio de la fe en Jesucristo, recibiremos su Santo Espíritu para que habite en nosotros (Juan 14:17), porque todo aquel que en Él cree, no se pierde, más tiene vida eterna (Juan 3:15).
Por Andreina Fersaca