Vence la depresión según la palabra de Dios

Estamos viviendo tiempos difíciles. La depresión es una palabra muy común en estos tiempos.  Es una época de gran aflicción en el que la nación y la tierra están llenas de violencia, donde el odio y los estallidos de maldad se ven por doquier.

Las malas noticias,  producen temor, miedo y si no sabemos manejar la situación esto nos puede llevar a males mayores, se puede llegar a perder el apetito, se tiene una sensación de tristeza constante, se pierde la esperanza como el que no tiene futuro, miedo a morir, taquicardia, etc. Entras como en una prisión sin salida donde no tienes a donde ir y solo piensas en lo que te está pasando, duermes y te levantas pensando en lo mismo.

Sí estás pasando por situaciones similares, lo más seguro es que tengas un ataque en una prisión mental llamada depresión, una enfermedad devastadora; es el diagnóstico psiquiátrico que describe un trastorno del estado de ánimo, transitorio o permanente, caracterizado por sentimientos de abatimiento, infelicidad y culpabilidad, además de provocar una incapacidad total o parcial para disfrutar de las cosas y de los acontecimientos de la vida cotidiana.

La biblia nos presenta soluciones. Dios no quiere gente que este encerrado en sí mismo.

  1. Ver el origen que causa la depresión nos garantiza la vía hacia el éxito: Los problemas del pasado se enlazan con los eventos del presente, y como no hemos salido de eso, tenemos el alma débil y enlutada debemos saber el origen del problema para salir de la depresión.
  1. Reconocer de dónde viene nuestra ayuda: Desde el momento que confesamos y creemos que Jesucristo es nuestro único y suficiente salvador y que el murió en la cruz del calvario para traernos libertad de toda obra de las tinieblas sabremos de dónde vendrá nuestra ayuda. Salmo 121
  1. Confesar nuestros pecados y transgresiones nos trae libertad: El incurrir en el pecado y no arrepentirse y confesarlo a Dios trae a nuestra vida depresión. Si confesamos nuestros pecados Él es fiel y justo para perdonarnos. Salmo 32: 3-5
  1. Aferrarse a las promesas de Dios y su palabra: La palabra de Dios en abundancia en la mente del creyente destruye la depresión. Debemos renovar nuestra mente con la palabra de Dios pues ella nos levanta. Salmo 119:28
  1. Tener comunión con hermanos y orar constantemente: La palabra es clara cuando nos dice mejor son dos que uno, porque si uno cae el otro lo levanta y la oración es la llave que tenemos para abrir la puerta de los cielos y las bendiciones de Dios nos alcancen. Mateo 26

Es importante recordar que esta cárcel llamada depresión son cuatro paredes que no tienen techo, o sea puedes alzar tu mirada al cielo y pedir la ayuda oportuna. Triunfamos sobre la depresión cuando tenemos fe en Jesucristo,  «mi porción es Jehová; por tanto, en Él esperaré, dice mi alma». Lamentaciones 3:24.

Por Andreina Fersaca

Altar7.com