En un mundo impulsado por el éxito, la visión del liderazgo bíblico es la que lo hace impulsado por los valores Cristocéntricos para convertirse en un líder más agradable a los ojos de Dios. Ese es el desafío que presenta Richard Stearns en el libro titulado «Lidera pensando en Dios» y publicado por Editorial Mundo Hispano.
La propuesta es de lo más esperanzadora para quienes tienen un corazón conmovido por el liderazgo y en especial por aquel que sigue los pasos de Jesús. El autor fue durante 20 años presidente de World Vision, donde descubrió que lo que más alegría y propósito le entregaba a su carrera no eran los éxitos empresariales o los reconocimientos profesionales, sino la oportunidad de ayudar a otros a mejorar su calidad de vida.
En este libro comparte los principios que aprendió en el transcurso de una notable carrera al frente de algunas de las mayores organizaciones tanto seculares como ministeriales.
El éxito se encuentra sobrevalorado
“Como cristiano, me he convencido de que el diseño de Dios para el liderazgo es radicalmente distinto a los modelos seculares que dominan el panorama contemporáneo, y que también se han infiltrado en las iglesias y ministerios. Los modelos seculares casi siempre están basados en los resultados. Se concentran en averiguar qué habilidades, técnicas y conductas de liderazgo producirán resultados superiores. Y no es que los resultados buenos y el mejor desempeño sean algo malo, sino que en la economía de Dios no son lo principal. En un mundo en donde reina el éxito, hay que tener cuidado de no caer en la trampa de creer que nuestra identidad depende de la magnitud de nuestros logros y no de nuestra relación con Dios. Creo que a Dios le interesa mucho la manera en que un líder desempeña su función, mucho más que el éxito que ese líder pueda generar. Hoy en día, el éxito se encuentra sobrevalorado”, aseguró Stearns.
Para el autor, que tiene una amplia experiencia en el liderazgo, “vivimos en una cultura obsesionada con el éxito, donde ganar lo es todo: en los negocios, en los deportes, en la política, en la escuela y en la vida. Celebramos a las personas más ricas, a los líderes más poderosos, a las iglesias con mayor número de asistentes, a los equipos más ganadores, a las compañías de crecimiento más rápido y a la gente más famosa. En sentido literal, nos estamos marinando en una cultura motivada por el éxito y orientada hacia los logros, que permea cada una de las dimensiones de nuestro trabajo y de nuestra vida”. Por lo que plantea un liderazgo diferente, uno que agrada a Dios. “Resulta que a Dios no le interesa tanto el éxito. No le impresionan las ganancias crecientes, la mayor asistencia a la iglesia, el tamaño de tus ingresos o el título en tu tarjeta de presentación. Dios está buscando líderes que sean “conforme a su corazón”, líderes amables que se sometan a su dirección y le entreguen sus resultados. Para Dios lo más importante es el carácter del líder”, sintetizó.
“No puedo imaginarme a Dios diciéndome: ‘¡Bien hecho, buen siervo y fiel, por esos 20 trimestres consecutivos de ganancias!’”, sentenció Richard Stearns en su explicación introductora a este libro.
“En Editorial Mundo Hispano nos sentimos entusiasmados por la publicación de este libro. Creemos que será desafiante como lo fue para nosotros al considerar su publicación”, dijo Raquel Contreras, directora de Editorial Mundo Hispano.
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Fuente: Noti Prensa