Un día en el mar Muerto, el lugar más bajo del planeta

En tan solo 24 horas se puede disfrutar de un baño en sus aguas, visitar la zona de spas y ascender al Parque Nacional de Masada

El mar Muerto pasa por ser uno de los mares más conocidos del mundo, que no solo permite a los visitantes poder flotar en sus aguas, sino que ofrece una gran cantidad de actividades para hacer y lugares para visitar. Con una visita corta de 24 horas, el viajero puede sacar máximo rendimiento de su visita a uno de los puntos más extraordinarios de Israel.

La gran peculiaridad de este mar es su gran cantidad de sal acumulada, 340 gramos por litro, hasta 10 veces más que cualquier océano en el mundo–, lo que permite que cualquier cuerpo pueda flotar y otorgar además unas propiedades terapéuticas realmente efectivas a sus aguas.

La combinación de magnesio, sodio, potasio y bromo, unido al lodo negro consigue mejorar la circulación, las molestias de la artritis, cura alergias y revitaliza la piel

Entre uno de los muchos nombres que recibe el mar, está el de «balneario terapéutico más bajo del mundo», ya que se encuentra a 428 metros por debajo del nivel del mar y lo sitúa como el enclave más bajo del planeta. Los beneficios de estas aguas son casi milagrosos, y desde los tiempos de Cleopatra o el rey Herodes se usan como tal. La combinación de magnesio, sodio, potasio y bromo, unido al lodo negro que recorre la costa, consigue una mejora de la circulación, de las molestias de la artritis, cura alergias y revitaliza la piel.

Los rayos de sol en este punto también son beneficiosos, pues la capa de vapor que emerge de la superficie del mar por su continua evaporación hace de filtro natural frente a los rayos UB-B, que no penetran directamente en la piel y hacen que no exista riesgo de quemaduras.

Deportes en carismáticos paisajes

El mar Muerto es también el lugar idóneo para los que buscan practicar deporte en uno de los parajes más carismáticos del mundo. Y es que este entorno ofrece una variada propuesta de actividades deportivas para realizar en sus alrededores o incluso dentro de él.

La Gran Fondo Dead Sea es una de las pruebas más emblemáticas en Israel, que en los últimos años ha experimentado un creciente interés en la práctica del ciclismo. Esta competición pone a prueba a sus corredores por el gran desnivel que deben asumir y el clima cálido de la zona.

En kibbutz Kalia, un complejo hotelero, puedes tomar clases de caballo, senderos para ciclismo o realizar natación. En Pere Hamidbar también combinan estas actividades con deportes de riesgo como rápel o puenting. Otro de los deportes que se pueden hacer en la zona es el paracaidismo con el que se puede disfrutar de unas vistas únicas viendo el contraste entre el desierto de Judea y las aguas del mar.

16 playas públicas

Una de las grandes novedades que ofrece el mar Muerto este año es su renovado paseo marítimo, el cual recorre cuatro kilómetros en el área hotelera del mar Muerto. El paseo se extenderá eventualmente otros diez kilómetros, e incluirá un total de 16 playas públicas, conectando Ein Bokek y Hamei Zohar a lo largo del sur del mar. Este proyecto forma parte del nuevo y lujoso complejo turístico que se está llevando a cabo en la zona.

Además, las playas tendrán un fácil acceso para cualquier persona con discapacidad y se podrá pasear por él por la noche gracias a su accesibilidad

Un paseo por el Parque Nacional de Masada

Presidiendo el paisaje entorno al mar Muerto se erige el bastión de Masada, con un recorrido histórico que data del año 30 a.C. y que conserva gran parte de los restos arqueológicos de la época. Sus maravillosas vistas, el palacio de Herodes, las ruinas de la ciudadela, los baños romanos, por citar algunos de incalculable valor, hacen de este enclave una parada obligatoria. Para acceder a lo alto de la fortaleza se puede hacer a través del funicular o andando por el arduo Camino de la Serpiente.

¿Cómo llegar?
Gracias a las nuevas conexiones entre algunos aeropuertos españoles con el aeropuerto de Ben Gurion en Tel Aviv, ahora es más accesible que nunca poder llegar al mar Muerto en menos de 7 horas. Tras las 5 horas aproximadas y dependiendo del origen del vuelo, desde Tel Aviv existen diversas formas de llegar al mar por carretera. Hay servicios continuos de taxis, minibuses y autocares que conectan la ruta en menos de 2 horas, y también existe la posibilidad de alquilar un coche y empezar la aventura. Una vez en el destino, lo mejor es moverse a pie para no perderse ningún rincón de este maravilloso enclave.

Fuente: Unidos por Israel.

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