Tres importantes interrogantes sobre el favor de Dios

En el diario vivir es necesario que podamos detenernos a analizar sobre nuestra posición con el Padre Celestial. Al tener la certeza de que somos hijos de Dios, entonces vienen interrogantes que nos hacen reflexionar en qué nivel estamos de comunión con el Señor.

En Isaías 66:2 dice: “Pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra». Esto nos enseña cómo experimentar el favor del Padre celestial. Debemos tener frente a su presencia un corazón conscricto y humillado, humilde y manso. Todos los aspectos de nuestra vida deben estar rendidos al Señor Jesús.

Dios nos dice que temblemos a su palabra; la Biblia es viva y poderosa para enseñarnos y transformarnos. Es decir, no podemos tomar a la ligera la Palabra de Dios, se trata de sus estatutos y sus promesas que son totalmente verdaderas. Tras este análisis nos podemos hacer tres importantes preguntas:

  1. ¿Dedicamos tiempo cada día para leer la Palabra de Dios y poner en práctica sus preceptos?
  2. ¿Anhelamos más de la Palabra de Dios en nuestras vidas, para conocer mejor a su Jesús?
  3. ¿Estamos viviendo de una manera para colocarnos en una posición de recibir las abundantes bendiciones del Padre Celestial?

Finalmente analicemos si estamos poniendo en práctica todos estos aspectos, en ocasiones el afán diario nos hace olvidar detalles importantes que nos permiten disfrutar del favor de Dios. Todas las áreas de nuestra vida, las finanzas, la salud, la familia, el trabajo, los estudios, en fin, cada día debemos entregarnos a Jesús.

Por Andreina Fersaca