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Solamente Dios puede evaluarte y promoverte

La palabra estándar significa patrón, modelo o punto de referencia para medir o valorar a las personas u objetos. En el caso de los seres humanos nosotros mismos somos los que estandarizamos a hombres y mujeres, según como mejor nos parezca.

Muchas veces queremos criticar y juzgar a las personas pensando que no están a una medida adecuada o incluso nos estandarizamos nosotros mismos, pero resulta que Dios también tiene un estándar y te aseguro que no es el mismo que el que tienen las personas o el que tienes de ti mismo.

A veces las desilusiones, los fracasos, experiencias de vida o cualquier episodio vivido permiten que establezcamos nuestro propio estándar, pero Dios tiene el mejor valor para nosotros. Si creemos firmemente que Él existe y que está contigo en todo momento, entonces entenderás que el propósito que tiene para ti vida se cumplirá.

Las personas establecen un estándar en nosotros mismos, nos observan y dicen frases como “No servirás para ser médico”, “No podrás ser futbolista”, “No creo que logres ser un empresario”, “Esa joven no está a tu nivel”, “Ese hombre no está a tu medida”, en fin miles de etiquetas que frenan tu bendición si las crees ciertas.

Dios desde antes que te formaras en el vientre de tu madre ya estableció un propósito en tu vida, Él vio algo en ti que nadie puede ver. El estándar lo establece Dios, no las personas. Por tal razón no permitas que te critiquen y te juzguen.

Existen tres aspectos importantes para que este sistema de clasificación se aparte de tu vida:

  1. Soberanía y amor incondicional de Dios: Él es el único que puede evaluarte y darte un amor autentico.
  2. Aceptar: Debemos creer y aceptar que Dios nos ama tal y como somos.
  3. Voluntad de Dios: Nuestra voluntad a veces se acomoda a nuestro propio estándar. Deseamos algo y pensamos “no, no podré obtener esto porque no está a mi medida”, resulta que Dios es el único que puede establecer su propósito en nuestras vidas.

Solamente Dios puede evaluarte y promoverte, el hombre solo lo convalida. No permitas que nadie te diga que no eres apto y que no tienes la capacidad para lograr algo. Dios vio algo importante en ti.

Por Andreina Fersaca