Socorristas trabajan arduamente en Guatemala

Los hombres y mujeres rescatistas de Guatemala han demostrado valentía, gallardía, amor, entrega y esfuerzo en el trabajo que realizan día y noche buscando las víctimas fatales y los desaparecidos que dejó la erupción del volcán de Fuego.

Cargando picos, linternas, escaleras, camillas y demás implementos necesarios para la búsqueda y el rescate, van los rescatistas en grupos de 20 entrando por zonas afectadas y que quedaron cubiertos de lodo.

Según la Coordinación Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) de Guatemala, la erupción del volcán, localizado a unos 50 kilómetros de la capital del país, dejó 1.7 millones de personas afectadas, 12,000 evacuados y 3,300 pobladores en albergues.

La cifra de muerte asciende a 100 y el clamor a Dios se hace más constante de parte del pueblo de Dios es distintas partes del mundo. Entre las víctimas se encuentra Camilo Antonio Galicia Pamal, pastor de la iglesia de San Miguel Los Lotes en la aldea El Rodeo, en Escuintla y su esposa Zenaida García. Ambos se encontraban en el templo en el momento de la erupción del volcán. El varón de Dios fue encontrado sin vida abrazado al púlpito. De la familia de Pamal murieron 18 personas, la víctima más pequeña tenía seis años y el mayor 70.

Casa de Dios apoya a familias de Guatemala

Los integrantes de la iglesia más grande de Guatemala “Casa de Dios”, liderizada por el Pastor Cash Luna, activaron la ayuda a los damnificados del desastre natural a  través del Banco de Alimentos, Legendarios, rescatistas certificados por la organización Zaka, voluntarios, maestros de escuela dominical y psicólogos.

Según un comunicado de prensa, el día de la tragedia grupos de Zaka y Legendarios llegaron a las zonas afectadas a repartir víveres y medicinas, al día siguiente el equipo fue autorizado para apoyar con la labor de rescate y desde ese momento activaron equipos especiales (desde maestros dominicales hasta psicólogos), con el propósito de atender a diferentes personas luego del desastre.

Equipos de voluntarios han trabajado en el Banco de Alimentos clasificando víveres, medicinas e insumos que se están llevando a las comunidades afectadas. Además, se han habilitado otros albergues en varios puntos de la ciudad de Guatemala.

A través de la información suministrada por “Casa de Dios”, hacen un llamado a las personas a que se acerquen a donar alimentos no perecederos, medicinas, pañales para niños y adultos, artículos de higiene personal y colchonetas.

“Gracias al apoyo de nuestra iglesia y de doctores miembros de la congregación, montamos una clínica emergente en la aldea Lucerna, Siquinalá, donde hay antibióticos, analgésicos, antiinflamatorios, antibacteriales, sueros, vendas y gasas, entre otros. Además, instalamos cocinas para preparar la comida para los damnificados y los equipos de apoyo. Doy gracias a las personas que han donado alimentos por su apoyo”, dijo el Pastor Cash Luna.

Por: Andreina Fersaca

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