Todas las cosas son creadas por medio de la autoridad de Dios y todas las leyes físicas del universo son mantenidas por él. Tal vez para muchos la palabra “autoridad” y “obediencia”, es muy dura y muy difícil tanto de comprender como de acatar, pero la Biblia es muy clara en este tema, sin dejar ninguna duda en cuanto a la sujeción.
Una de las más grandes demandas de Dios al hombre que está escrita en la Biblia es la obediencia, no se trata solamente de que le ofrenden, le adoren, le sirvan, la importancia reside en obedecerle con amor y sin recriminaciones, entendiendo que no hay autoridad por encima de él, porque nuestro Señor es la fuente suprema de autoridad.
Todas las autoridades de la tierra están instituidas por él y solo Dios es el dueño de todas las cosas. En la oración del Padre Nuestro hay una declaración significativa que es la siguiente: “porque tuyo es el reino, el poder, y la gloria por todos los siglos”, lo que quiere decir que estamos reconociendo a Dios como el Soberano y que todo el universo está bajo su autoridad.
¿Qué le agrada más al Señor: que le ofrezcan holocaustos o sacrificios, o que se obedezca lo que él dice? El obedecer vale más que el sacrificio, y el prestar atención más que la grasa del carnero”. 1 Samuel 15:22. La obediencia es un acto de honor a Dios y tiene como centro su voluntad, que es buena agradable y perfecta.
Dios se ha propuesto demostrar su autoridad al mundo por medio de su iglesia, él ha colocado personas en las congregaciones con autoridad como lo son pastores, apóstoles, profetas, y otros líderes que debemos obedecer y respetar, se trata de honrar a Dios con nuestros actos.
Por Andreina Fersaca