Tal vez el año 2018 fue un tiempo difícil, es posible que hayas vivido situaciones muy duras que no quieres recordar y quisieras borrarlas de tu mente, pero durante este primer mes del año 2019 puedes hacer un ejercicio y en vez de olvidar lo ocurrido volver atrás, pero esta vez no para llorarlo y sufrirlo, sino para aprender y analizar esa prueba.
Lo primero que se debe hacer es apreciar esa situación difícil, ¿Por qué?, esa dura prueba de seguro tiene algo positivo porque dejó una enseñanza. Es necesario tomar esas experiencias negativas y decir: “lección aprendida”, si en algún momento llega a ocurrir algo similar, seguro tendrás la pericia para salir triunfador.
Eso que te ocurrió, bien sea un divorcio, crisis financiera, perdida de una familiar, problemas de salud, traición, robo, en fin cualquier aflicción que ya viviste y superaste, podrá ayudar a otra persona a sobrellevarla. Puedes servir de fuente de inspiración o de ayuda a aquella persona que necesita de un consejo, una oración y una mano amiga.
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; He aquí todas son hechas nuevas”. 2 Corintios 5:17
Del año que paso también es importante recordar los momentos positivos y agradecer a Dios que no todo estuvo mal, sino que también vivimos momentos de bendición. Debemos tener la convicción de que Dios estuvo con nosotros en cada situación y estará este año en los buenos y malos momentos. Él lo dice en su Palabra y Él no es hombre para mentir, sino para cumplir sus promesas.
“No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; Pues yo te sostengo de tu mano derecha; yo, el Señor tu Dios…Y te digo: No tengas miedo, aquí estoy para ayudarte.” Isaías 41: 10-13
Por Andreina Fersaca