¿Qué nos enseña la Biblia acerca de la santidad?

Santidad

La santidad significa pureza, consagrado, separado para Dios. La santidad es un don de Dios y a la vez un mandato divino. «Sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo». 1 Pedro 1:15-16

SantidadPor tal razón, debemos orar diariamente pidiendo santidad y esforzarnos por manifestarla. La santidad es el fruto del Espíritu desplegado en nuestras vidas, al caminar con Cristo por el Espíritu. En pocas palabras, la santidad es ser semejante a Cristo y vivir como sus hijos, en obediencia y entrega por amor.

Los creyentes somos llamados a buscar la santidad, sin la cual nadie verá a Dios (Hebreos 12:14). La santificación es un proceso de toda la vida, y necesita seguir extendiéndose cada vez más para que seamos transformados más y más a la imagen de aquel que nos salvó.

Nuestra santificación se logra por fe (Hebreos 11:6) y gracias al poder del Espíritu Santo (2 Tesalonicenses 2:13, 1 Pedro 1:2). El apóstol Pablo escribe: “Mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús y por el Espíritu de nuestro Dios” 1 Corintios 6:11. Solo Jesús puede producir en nosotros un crecimiento de toda la vida en santidad.

La formación de hábitos es el modo normal en que el Espíritu nos guía hacia la santidad. Los hábitos son muy importantes en nuestro caminar cristiano, especialmente aquellos que crecen en conexión con virtudes bíblicas tales como paciencia, amor, fidelidad, bondad, benignidad, amabilidad y dominio propio.

Muchas veces, estamos tan ocupados haciendo toda clase de cosas para Dios que nos olvidamos de disfrutar nuestro tiempo con Él en oración. Cuando estamos demasiado ocupados para orar, en realidad estamos demasiado ocupados para ser cristianos. Debemos reconocer que el activismo no es santidad. Habrá personas que pensarán que han hecho grandes cosas en la obra del Señor pero sin embargo no lo estaban siguiendo e Él en lo absoluto. Por eso hay que estar muy pendientes de no descuidar nuestra relación con Dios mientras servimos en su obra.

¿Qué debemos tomar en cuenta para vivir en santidad?

-Toma un tiempo a solas diariamente para escuchar su voz y su llamado.

-Obedece y cumple su Palabra.

-Déjate guiar por el Espíritu Santo.

-Comparte con personas de la fe que tengan el mismo interés por seguir ese camino.

-Aléjate de todo aquello que no agrada a Dios.

-No confíes en tus propias fuerzas, sino en el poder de la gracia de Dios.

Pues Dios nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestras propias obras, sino por su propia determinación y gracia. Nos concedió este favor en Cristo Jesús antes del comienzo del tiempo.            (2 Timoteo 1:9)

Por Rossmary Valladares

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