Profundiza sobre el Espíritu Santo

A muchos nuevos creyentes les cuesta entender la maravillosa persona de la Trinidad, pero al conocerla siente una gran necesidad de saber más y de experimentar esa grandiosa amistad y el caminar bajo su guía. El Espíritu Santo forma parte de ello, se trata de comprender quien es realmente él, y su identificación es determinante en nuestras vidas.

El Espíritu Santo fue a quien nos dejó Jesucristo como nuestro consolador y ayudador, para que esté con nosotros en todo momento. Es dado solo a aquellos que reconocen a Jesús como su Señor y su único y suficiente Salvador. A través de la Palabras podemos conformar que el Espíritu Santo es una persona y así debemos verlo.

· El Espíritu Santo habla: “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir”. Juan 16:13

· El Espíritu Santo orienta y advierte: Y atravesando Frigia y la provincia de Galacia, les fue prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia; y cuando llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu no se lo permitió. Hechos 16:6-7

· El Espíritu Santo brinda ayuda e intercede: “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles”. Romanos 8:26

· El Espíritu Santo guía: “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios”. Romanos 8:14

· El Espíritu Santo testifica: “Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí”. Juan 15:26

· El Espíritu Santo se contrista y entristece: “Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención”. Efesios 4:30

Todo lo que el Espíritu Santo hace contribuye para glorificar el nombre de Dios. La comunión con él nos hace disfrutar de las bendiciones que tiene nuestro Padre Celestial para nosotros, se trata de fe y en tener la plena convicción de que él nos acompaña en todo momento y nos guía a toda verdad.

Por Andreina Fersaca

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