Medita en estos versículos cuando te sientas débil

Débil

Muchas veces en la vida nos toca enfrentar situaciones complicadas. El desanimo, la tristeza, el cansancio y el abatimiento llegan provocando en nosotros debilidad. Sin embargo, no debes sentirte mal cuando te encuentres débil ante los problemas, esos que todos en algún momento enfrentamos. Lo importante es no quedarte allí, sino correr a los brazos de aquel que te puede socorrer y fortalecer para seguir adelante, busca a Dios y Él te dará lo necesario para vencer.

2 Corintios 12:9: “Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo”.

En la gracia del Señor podemos estar seguros, pues Dios es suficiente para cualquier situación. Si tan solo reflexionamos en todo lo que Jesús sufrió por amor a nosotros, todo lo que aquí nos pase nos parecerá poco en comparación a lo que Él tuvo que vivir. El regalo de la vida eterna es lo más importante que podemos recibir. No hay problema en el mundo que pueda compararse con eso.

Asimismo, ese poder de Dios se hace perfecto en cualquier debilidad. Pablo fue un fiel seguidor de Jesucristo y atravesó muchos momentos difíciles y cuando Él oró para ser liberado de su debilidad, recibió esta respuesta: “Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Así que, recuerda esta Palabra y memorizala cuando lleguen esos momentos de flaqueza.

Isaías 40:29 “El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas”.

En nuestro andar cristiano podemos llegar a vivir una y otra vez tanto en nuestro interior como exterior etapas de debilidad, cansancio y desmotivación.

Parece que mientras más nos queremos comprometer con el Señor más seguido quieren llegar este tipo de situaciones alejándonos del camino. Ya que en lo profundo de nuestro corazón queremos estar constantes, ser fieles y seguir creciendo, pero sin importar lo que hagamos, parece que nos saliera todo lo contrario.

Pero sabías que Dios nos ve en esos momentos y la profunda esperanza en nuestro interior que Él a pesar de todo nos ama y nos da esfuerzo cuando con nuestras propias fuerzas no queremos continuar y aún cuando no tengamos nada de fuerzas, Él las multiplica ¡Así de asombroso y grande es nuestro Dios!

Podemos estar cansarnos, podemos fatigarnos, podemos quedarnos sin fuerzas y podemos flaquear, pero Él prometió darnos la fuerza para seguir y cumplir su propósito en nuestras vidas.

Salmos 73:26 “Mi carne y mi corazón desfallecen; mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.

Una de las lecciones más valiosas que cualquier cristiano puede aprender es a reconocer sus propias debilidades. El crear una gran confianza en Dios y en el poder de su bendición, debería ser una parte importante y esencial de todo esfuerzo cristiano.

Este salmo escrito por Asaf , un hombre consagrado fielmente a Dios, con visión espiritual, director del coro del templo durante el reinado de David, de la tribu de Leví, al que se le otorga la autoría de 13 Salmos, pasó también por un momento en su vida en el que estuvo a punto de caer en el abismo. Su falta de atención lo llevó a quitar su mirada de Dios y fijarla en el mundo, a tal punto que anhelaba más la vida de los que estaban alejados de Dios que la que él tenía. Cuando se dio cuenta de su error, reconoció lo triste y amargado que estaba su corazón mientras envidiaba las condiciones de los que viven en el mundo.

No permitas que tu cuerpo y espíritu tengan que ser debilitados por malas decisiones para así acudir a Dios. Nunca olvides que todo es parte del proceso de Dios, incluso el camino por el que te lleven tus acciones sin consultar su voluntad, vuelve a conducir al camino de Dios, todo depende de lo que decidas hacer. Lo importante es que cada día puedas decir como el salmista: “Podrán desfallecer mi cuerpo y mi espíritu, pero Dios fortalece mi corazón;” Salmos 73:26. Que sea Dios la fuerza de tu corazón, pues el secreto de una salida victoriosa es la dependencia total en Él y su propósito.

Por Rossmary Valladares

http://www.instagram.com/altar7

 

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