Cuán importante es para un hijo de Dios conocerse a sí mismo y reconocerse en su entorno. Sin embargo, hay muchas personas que aun estando en una congregación, se sienten perdidas, sin un propósito personal claro. Es por ello, que la conferencista y comunicadora cristiana Maye Del Castillo presenta su taller de activación y posicionamiento “El poder de la Palabra”.
“La Palabra es la manifestación de toda la información que portamos y que necesitamos”, comenta la locutora, quien a través de esta formación provee herramientas sociológicas y psicológicas basadas en la Palabra de Dios para que el participante comprenda que, “en cualquiera de sus estados, la Palabra es el único elemento que nos conecta a las personas, permitiéndonos el movimiento físico, emocional, mental y espiritual”, pues como ella misma comparte, “sin movimiento, no hay vida manifiesta. El poder de la Palabra es más que un refrán, es una revelación”.
En su experiencia como parte del equipo de liderazgo juvenil de su iglesia local, Maranatha Movimiento de Unidad (Caracas), Del Castillo ha comprendido la urgencia de levantar una generación concreta, posicionada, y no desenfocada. “No basta con que lo logre una élite, un grupo afortunado; es necesario que lo logre la mayoría. Sueño con una generación libre de yugos de ignorancia y división”.
Eso fue lo que la movió a elaborar este taller. Según comenta, hace falta escuchar esa voz que da dirección, que entrega coordenadas puras para que cada quien se establezca en su identidad y, en base a esto, decidir realmente qué camino tomar sin tener que invertir gran parte de su vida productiva en sobrevivir, o en el mejor de los casos, lograr salir de la estadística común.
Con base a una experiencia personal, y comprobada durante años de carrera, la joven conferencista comparte con esta generación secretos del poder de la Palabra que habitan dentro de cada ser humano para alcanzar su posición y desarrollar sus atributos particulares en cada esfera de influencia de la sociedad mundial.
“Tengo la necesidad inalterable de que seamos despertados, posicionados y activados para vivir nuestros propósitos corporativos y personales. Creo fielmente que cada ser humano tiene un propósito personal específico, así como cada ser humano tiene una huella digital única”.
Aunque “El poder de la Palabra” está diseñado para todo tipo público, la audiencia inicial de Del Castillo está en las congregaciones, pues “los jóvenes con la luz de Cristo están más cerca de convertirse en multiplicadores del concepto de propósito, pues un cristiano claro va a influenciar a muchos más, pero un individuo identificado con este Taller, pero no con el amor de Jesús, primero deberá ir a buscarse a sí mismo antes de poder buscar y consolidar a otros, por lo que nos multiplicaríamos mucho menos y más lento. Así que ¡el trabajo empieza por casa, y hasta los confines de la Tierra!”
El taller, que tiene una duración de cuatro horas, se adapta a grupos grandes y pequeños, y va dirigido a personas de cualquier edad. El anhelo de la conferencista es ofrecer esta valiosa herramienta a la mayor cantidad de congregaciones posibles. “El poder de la Palabra” puede aplicarse con equipos de jóvenes, de liderazgo y servidores.