Los 4 factores que influyen en nuestra autoestima

Muchos son los cristianos que aun conociendo la Palabra de Dios no tienen una verdadera identidad. Creen más en lo que dicen las personas a su alrededor sobre su personalidad y su vida, y esto influyen considerablemente en su manera de andar y el comportamiento que tienen ante las circunstancias. Pero dice en Juan 1:12 “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”.

Lo que dice nuestro Padre Celestial es que somos “hijos”, tenemos todos los derechos y además fuimos creados a su imagen y semejanza. Es necesario entender que cada uno de nosotros no es una persona menospreciada, al contrario, es amada y comprada a precio de sangre por nuestro señor Jesucristo, lo que quiere decir que somos importantes y nuestro valor es grande.

Existen 4 razones por las cuales los hijos de Dios no tienen una correcta identidad en Cristo Jesús:

1. El concepto de Dios: Muchos no conocen las características de Dios porque no han tenido un encuentro con él o una relación de Padre e hijo, lo que se consigue en la intimidad y oración. No conocerle trae como consecuencia que tengamos un concepto errado de él, lo vemos como un papá furioso que quiere castigarnos, al contrario, es un Dios perdonador y misericordioso que quiere moldearnos y enseñarnos todos los días. “Más tu Señor Dios misericordioso y clemente, lento para la ira y grande en misericordia”. Salmos 86:15.

2. Desconocimiento: La Palabra de Dios no solo se lee, sino que se estudia y se atesora en nuestros corazones. Es importante creer en lo que dicen las escrituras para que podamos conocer las promesas que el Señor tiene para sus hijos. La ignorancia es una de las causas fundamentales por la que no tenemos una autoestima equilibrada y creemos que somos menos que los demás. Pero cuando entendemos lo que dice Dios de nosotros podremos entender que tan importante somos en las manos del alfarero. “Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento”. Oseas 4:6

3. Incredulidad: “Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es”. 1 Juan 3:2. Muchas veces no creemos en la Palabra de Dios, y debemos tener una posición e identidad de hijos de Dios, que es recibida cuando aceptamos a Jesús en nuestro corazón.

4. Renovación de nuestra mente: La Biblia dice que la mente es el campo de batalla y allí es donde llegan pensamientos negativos que nos afectan nuestra autoestima. La mente debe ser renovada constantemente. Cuando recibimos a Cristo en nuestro corazón el Espíritu Santo mora en nosotros y comienza una nueva vida, nuestra mente no puede quedar igual, debe ser renovada por medio de la Palabra. “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”. Romanos 12:2

Por Andreina Fersaca