Existe suficiente evidencia para creer en Dios. No solamente por lo que Él hace a diario en la vida de cada uno de nosotros, sino también por lo que está escrito en la Biblia, que es una de las realidades más fuertes y tangibles.
Según Wikipedia, una de las enciclopedias de búsqueda de información más importantes en internet, la Biblia es “un conjunto de libros canónicos en el judaísmo y el cristianismo, que judíos y cristianos consideran producto de inspiración divina y son un reflejo de la relación entre Dios y los seres humanos”. Además según estudios, ella es excepcional, fidedigna, un texto confiable escrito por personas reales que se entrelazaron firmemente para revelar una historia extraordinaria y mostrarle al mundo la verdad de Dios.
“A lo largo de veintiún siglos, se han producido alrededor de cinco mil millones de copias de la Biblia, lo que la convierte en el libro más vendido de la historia. Frecuentemente se la considera el libro más influyente en la historia de la humanidad. Su influencia en la historia mundial no tiene equiparable, y no tiene síntomas de estar menguando”.
Pero no se trata nada mas de esto, sino de la importancia de que cada uno de nosotros crea y tenga absoluta confianza en lo que dice la Biblia, en que las Escrituras son una absoluta verdad, si entendemos esto podremos tener una base solida en nuestra fe, porque cada una de las palabras que allí reposan son el conducto para llevarnos a Dios, quien nos ha dado su Palabra y ha permanecido intacta durante siglos.
Nuestro Padre Celestial no nos exige una fe perfecta, ciega y sin titubeos, dice la Palabra “si tuvieran fe como un grano de mostaza”. Él quiere que creamos y tengamos plena confianza en Él y en su Palabra. Para obtener esta certeza sobre Dios debemos conocer las Escrituras y que esta se revele a nuestras vidas.
Por Andreina Fersaca
