Todos sabemos que la Biblia es un libro; un texto inigualable porque no hay ningún otro que sea la revelación Divina al hombre, cuyo autor principal es Dios y capaz de llevar al ser humano al éxito, a la plenitud, a conocer el propósito del Señor y a adquirir sabiduría, paz, corrección y aprendizaje.
Muchas son sus características que distinguen la Biblia de otros libros, pero existen cuatro aspectos fundamentales que debemos aprender y trasmitir, tomando en cuenta su importancia como lo es: la voz de Dios y la revelación de Cristo, las leyes divinas y la historia recopilada en 66 libros que resumen el trabajo de 40 escritores de diferentes épocas.
1.- La revelación de Dios al hombre: Originalmente de forma verbal de generación a generación se fue revelando la Palabra, luego fue escrita en hebreo, arameo y griego, al pasar de años se fue traduciendo a otros idiomas, en la actualidad aún es traducida, con el propósito de que llegue a la mayor parte de la humanidad.
2.- La salvación del hombre: En la Biblia en términos generales lleva a una conclusión y es la salvación del ser humano, es decir todas las enseñanzas o correcciones te llevan a ello. En la Palabra de Dios se presenta a la figura de Jesucristo como el único salvador, además indica la manera de cómo llegar a ganarse la salvación y sus beneficios.
3.- La verdad: Un aspecto fundamental de las Escrituras en la verdad de Cristo, es que el hombre pueda entender sobre su existencia y la verdad de su creación, es decir conocer que solo un Dios poderoso le fue creado con un propósito y con un destino específico. Se trata de la verdad de Dios, una verdad absoluta. La Palabra de Dios ha querido ser probada y ella ha prevalecido.
4.- Jesús como el protagonista: Lo más cautivante de la Biblia es la figura de Jesús, su presentación como maestro, como un hombre ejemplo, su ministerio, su sacrificio en la Cruz del Calvario y su resurrección.
Con estos aspectos importantes es necesario reconocer la importancia de un libro que es más que como el nombre lo indica, se trata de considerar sus fortalezas que lo elevan a la excelencia.
Por Andreina Fersaca