La semilla productiva trae bendición futura

Y dijo Dios: «¡Que haya vegetación sobre la tierra; que esta produzca, que den semilla, y árboles que den fruto con toda su semilla, todos según su especie!» Y así sucedió. Comenzó a brotar la vegetación: las hierbas que se han sembrado, y los árboles que dan su fruto con semilla, todos según su especie. Y Dios dijo que esto era bueno. (Génesis 1.11-12).

Es importante comprender la importancia de que todo lo que hagamos contenga semilla; Dios se ocupó de que todo árbol y fruto la contenga según su género. Que el fruto sea bueno da utilidad y que el fruto contenga semilla da productividad.

El éxito futuro está determinado por la semilla, ya que esta es la que da continuidad, y si hay semilla y esta es sembrada, no faltará cosecha el día de mañana. De todo fruto que produzca tu vida, extrae semilla y siémbrala según su género.

– En lo espiritual, has discípulos.

– En lo familiar, inculca valores.

– En lo ministerial, forma sucesores.

– En lo económico, ahorra para invertir.

– En lo laboral, aprende a delegar.

El fruto sin semilla se agota en sí mismo, mientras que el fruto con semilla que se vuelve a sembrar es inagotable. Dice la Biblia que vio Dios que era bueno, esto significa que también es bueno para nosotros.

Dios quiere que puedas ver la productividad sobre tu vida, no solo dando buenos frutos, sino colocando semilla en cada persona que está a tu alrededor. Que al irte de esta tierra hayas dejado la semilla de un legado que otro pueda recoger y volver a sembrar, para de esta forma desarrollar continuidad en todo lo que hiciste.

Este mandato dado por Dios a la creación también debe ser dado por aquellos que te rodean, para no tener cosas estériles que dependan de ti.

Por Andreina Fersaca