“Nadie, repito nadie me va a quitar a mi hijo, tiene 23 meses y lo han sentenciado a la pena de muerte”, esta frase demuestra la esperanza de un padre que ha luchado incansablemente por la vida de su hijo Alfie Evans, quien se encuentra en el Hospital Infantil de Alder Hey en Liverpool, que forma parte del National Service Foundation Trust del Reino Unido. Está conectado a un soporte vital, desde diciembre del año 2016.
El pequeño Alfie padece de una enfermedad neurodegenerativa desconocida, que aseguran es “incurable”, sus padres Tom y Kate han luchado incansablemente por la vida de su hijo, teniendo en contra muchos ataques desde el punto de vista espiritual, emocional y hasta legal.
Los médicos ingleses aseguran que no hay salvación para Alfie, pero la verdad es que no sólo sus padres, si no un gran porcentaje de las personas en el mundo que le ha hecho seguimiento a la historia del pequeño, creen en que Dios es más grande que el diagnostico médico y que sólo Él puede obrar un milagro de sanación, así lo han manifestado en las distintas plataformas sociales de comunicación. “Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios” Lucas 18:27
Sin éxito legal
La justicia británica ha manifestado que Alfie debe ser desconectado por no tener esperanza de vida, sin embargo el progenitor de este pequeño guerrero asegura que “la vida de su hijo no debería ser decidida por los médicos, sino por Dios”, y se niega abandonar la lucha.
Quieren trasladarlo al Hospital Pediátrico Niño Jesús del Vaticano, pero la Corte de Apelaciones de Londres no lo autorizó por considerarlo inútil y desacertado. Actualmente el Tribunal Supremo del Reino Unido denegó a los padres de Alfie el derecho a apelar la decisión judicial previa de que su hijo sea desconectado del soporte artificial que lo mantiene vivo.
Los padres de Alfie no han tenido el éxito que esperan en cuanto a las decisiones legales de distintas instancias. La Justicia ha ratificado lo expuesto por los médicos para poner fin al tratamiento del niño y acabar con su vida, un plan del que no se difundirán detalles para preservar la privacidad de la familia.
Sin embargo la palabra de Dios dice: “Porque yo sé los planes que tengo para vosotros» –declara el Señor – «planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza. Jeremías 29:11
Lucha en contra de la eutanasia
El caso del pequeño Alfie se ha convertido en un símbolo mundial de la lucha contra eutanasia. Toim y Kate se niegan a abandonar su lucha para mantener vivo a su hijo. «Nuestro hijo está enfermo pero no se está muriendo y no merece morir», dijo Tom Evans
“El Señor da la vida, y la quita; nos lleva al sepulcro, y nos rescata de él”. 1 Samuel 2:6
“he aquí, yo le traeré salud y sanidad; los sanaré y les revelaré abundancia de paz y de verdad”. Jeremías 33:6
Oración
Los padres de este pequeño luchador continúan pidiendo al pueblo de Dios oración por su hijo, las peticiones tienen que ver con la sanación total de Alfie, por que las autoridades acepten que el niño sea trasladado a Roma y por la vida.
Si todo el que pide recibe, y todo el que busca encuentra, y si a todo el que llama se le abre (Mateo 7:7); ¿cuánto más se puede esperar cuando dos, cinco o diez piden, buscan y llaman? Spurgeon predicó así: «Si un Jacob puede prevalecer luchando contra un ángel, ¿qué no harían dos? ¡Qué victoria no resultaría de dos que se unen en la misma lucha! Uno perseguirá a mil y dos harán huir a diez mil. Esto es poder acumulado en intercesión unida. Dos no sólo duplican la fortaleza, sino que la multiplican». Y luego agregó: «Que Dios nos conceda a cada uno un compañero de oración».
Si Jesús está presente con cada creyente, pronunciando su amén a cada oración hecha según la voluntad de Dios (Apocalipsis 3:14), ¿cuánto más presente estará Jesús para pronunciar se amén, cuando sus hijos se unen en oración?
Por Andreina Fersaca