La importancia de un buen consejo

Es parte de la humanidad que los seres humanos tengamos la necesidad de dar o recibir algún consejo. Siempre existirán los problemas y mientras estén allí la consejería tiene un papel muy importante en la vida de muchas personas.

El ser humano siempre va a tener situaciones, problemas, conflictos que van más allá de sus fuerzas y de sus capacidades, lo que trae como consecuencia que en la persona se produzcan estados de ansiedad, tristeza, frustración, desolación, temor; esto puede ser la pérdida de un ser querido, una ruptura en el matrimonio, crisis económicas, etc. En ocasiones simplemente se va a tratar de necesidades que no han sido cubiertas, heridas del pasado que no han sido sanadas o actitudes en la persona que no puede controlar.

Es de suma importancia ante este tipo de vivencias que la persona solicite la ayuda y comprensión de un profesional, es decir, la ayuda de un Consejero; uno que esté preparado en primer lugar para escuchar con atención a aquel que solicita la ayuda (Aconsejado), para que de esta forma pueda indagar y hacer preguntas que lo guíen a la raíz del problema y así poder entregar al aconsejado herramientas bíblicas que lo ayuden a procesar su dolor, acompañándolo en el proceso y supervisando la evolución que éste pueda tener de acuerdo a las herramientas entregadas.

Es lamentable que muchas personas busquen ayuda en lugares equivocados y esto lo lleva a cometer errores que en vez de generar una solución lo que hace es empeorar la situación. Cuando una persona solicita la ayuda de un consejero cristiano en su mayoría es porque ya ha intentado por todos los medios y métodos solucionar su problema y como última opción está pensar que Dios puede hacer algo en medio de esa situación.

Un buen consejo a tiempo puede evitar la destrucción de una vida y de familias enteras, y permite que la persona corrija algún error cometido. La consejería cristiana es una de las maneras en que Dios restaura vidas destruidas, o sin esperanza, confrontándolos con los principios eternos de la Palabra de Dios.

Quien se apoya en un buen consejero se hace merecedor de cambios favorables en su vida.

Por Andreina Fersaca

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