Según un informe de la Liga Antidifamación, en el 2021 se registraron un total de 2.717 incidentes de antisemitismo, desde acoso y vandalismo hasta agresiones en los 50 estados de Estados Unidos. Si bien esta estadística provoca preocupación, debemos señalar que la comunidad judía siempre ha perseverado a través de muchos obstáculos. Deberíamos intentar apoyar sus esfuerzos en esta lucha. Creo que hay un aliado improbable que puede ser un punto de inflexión para la comunidad judía: la Iglesia hispana.
La comunidad cristiana hispana representa un grupo demográfico único en este país, ya que oscila entre la minoría y la mayoría. Como minorías étnicas en este país, los latinos y judíos comparten historias similares de superando adversidad en una tierra extranjera. Al mismo tiempo, los cristianos hispanos se benefician de poder encontrar fácilmente a otros creyentes con los que conectarse. Aunque la Iglesia hispana tiene el potencial de ser un maravilloso aliado del pueblo judío, todavía hay desafíos que debemos abordar.
En una encuesta realizada por Lifeway Research a más de 1.000 cristianos hispanos, encargada en colaboración con Philos Project, se reveló que el 45 % de los cristianos hispanos tienen una percepción ‘algo positiva’ del estado moderno de Israel. La misma encuesta también descubrió que el 42 % de los cristianos hispanos estaban de acuerdo en general con la afirmación de que los judíos americanos tienen demasiada influencia en la sociedad estadounidense, una afirmación que se considera que invoca tramas históricas antisemitas de control judío. A fin de cuentas, esto no es algo exclusivo de la Iglesia hispana, ya que la Iglesia en general ha luchado con teologías y creencias antisemitas durante gran parte de su pasado.
Otro desafío que se presenta es que hay algunos cristianos que están influenciados por la propaganda destinada a demonizar y deslegitimar la existencia de Israel. Recientemente, la Iglesia presbiteriana de EE. UU. (PCUSA) está considerando una propuesta que afirma falsamente que Israel está aplicando políticas de apartheid contra el pueblo palestino. Israel es el único Estado verdaderamente democrático del Cercano Oriente donde los judíos, así como las minorías étnicas y religiosas, gozan de plenos derechos como ciudadanos israelíes.
El reverendo Kenneth Meshoe, miembro del Parlamento Sudafricano, habla de su experiencia como sudafricano de color durante el apartheid y de cómo no vio ninguna similitud del apartheid sudafricano en Israel. Él analiza cómo esta afirmación minimiza las experiencias traumáticas de las víctimas reales del apartheid. Creo que la Iglesia hispana tiene el deber bíblico de abordar el conflicto con gracia y amor, así que haciendo declaraciones falsas e incendiarias que alimentan los sentimientos antisemitas falla en ese sentido. Independientemente del resultado de la votación, la Iglesia hispana debería ser el ejemplo para la Iglesia en general.
Como miembro de la comunidad cristiana hispana en Estados Unidos, creo que el momento de actuar es ahora. La comunidad hispana es uno de los grupos demográficos de más rápido crecimiento en Estados Unidos, y nuestra comunidad debería liderar este frente. La Iglesia hispana tiene la responsabilidad no solo de amar y apoyar a la comunidad judía, sino también de decir la verdad. Proporcionaré algunos pasos concretos que nosotros podemos seguir para hacerlo:
En primer lugar, para luchar contra el antisemitismo, tenemos que definirlo. Según la Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto (IHRA, por sus siglas en inglés), el antisemitismo es «una cierta percepción de los judíos que puede expresarse como el odio a los judíos. Las manifestaciones físicas y retóricas del antisemitismo se dirigen a las personas judías o no judías y/o a sus bienes, a las instituciones de las comunidades judías y a sus lugares de culto».
La definición práctica de antisemitismo de la IHRA ya está ampliamente aceptada tanto a nivel nacional como internacional, y ha sido adoptada por 35 países y apoyada por varias organizaciones internacionales como las Naciones Unidas, la Unión Europea, la Organización de Estados Americanos y el Consejo Mundial de Imanes. Esta definición es un magnífico recurso para los principiantes que quieran comprender mejor las diferentes formas en que puede manifestarse el odio contra los judíos.
En segundo lugar, los cristianos hispanos deben tratar de establecer relaciones genuinas con la comunidad judía. El mejor tipo de abogacía es relacional. Intente comprender a ellos, hágales preguntas sobre sus tradiciones y costumbres, intente identificarse con sus experiencias vividas, escuche con atención y ofrezca su apoyo. Haciendo esto nos va a permitir hacer crecer nuestros conocimientos mientras que también reparando el puente entre nuestras comunidades.
En tercer lugar, los cristianos hispanos deberían alinearse con las organizaciones que educan y defienden a la comunidad judía. Un buen ejemplo es la Liga de Acción de Philos. Este organismo es una comunidad dinámica y diversa de líderes cristianos que se dedica a ser un amigo del pueblo judío. Cuando hay antisemitismo, la Liga de Acción de Philos moviliza a sus miembros para que se manifiesten y expresen su solidaridad con ellos. Además, proporciona recursos educativos y oportunidades para que sus miembros profundicen en el conocimiento de este tema. Cuando la Iglesia hispana siga estos pasos, creo sinceramente que puede ser el comienzo de una nueva y fuerte alianza contra los males del antisemitismo.
Matthew Garces es el director de Redes y Proyectos Especiales de Philos Latino, la rama hispana de Philos Project. Matthew se licenció en Asuntos Internacionales y Ciencias Políticas en la Universidad de Georgia y es alumno del Instituto de Liderazgo de Philos.