La Biblia es un manual de vida

La biblia no es un libro cualquiera, está plasmada en cada enseñanza un sin fín de valores que determinan la conducta como el amor, el perdón, la honradez, la integridad, el respeto, etc. Ellos influyen en el comportamiento de las personas y sus relaciones, así como en la educación y principios básicos que suministramos a nuestros hijos, estos son esenciales, sin embargo están en decadencia.

En la actualidad es preocupante escuchar a las personas y sobre todo a los jóvenes, reflexionar o hablar sobre cuestiones de moralidad, y en esta sociedad tan cambiante la mayoría cuestiona o ve como algo malo el asesinato, la violación, el incesto, sin detenerse a pensar, que aparte de estos casos extremos, existen otros tales como: engañar a la pareja, conducir ebrio, sobornar, copiar en los exámenes, no ayudar al necesitado, mentir, la prepotencia y el orgullo, etc., siendo estos el común de cada día; ¿Se ha preguntado usted si está actuando bien o mal?, diariamente escuchamos expresiones como: “al cuerpo hay que darle lo que pida”, “si te sientes bien haciéndolo, hazlo”, “sigue lo que dice tu corazón”; ¿Cree usted que es sabia esa forma de pensar?, pues déjeme decirle que así como el corazón es capaz de sentir amor y compasión también es engañoso. (Jeremías 17:9) el corazón necesita ser ajustado, sanado y para esto Dios nos obsequio un Manual de Vida: “La Biblia”.

Valores que edifican

El Amor y el Perdón: Dice la palabra de Dios en 1 Corintios 13:4-5 El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudezas no es egoísta no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor es fundamental en toda relación, por lo que debemos cultivarlo, dice también Dios a través de su Palabra, que sin amor, nada somos (Corintios 13:2); este valor es un vinculo perfecto de unión, si no hay amor en nuestro corazón, no somos capaces de perdonar, sin el no podemos ser verdaderamente felices.

La Honradez y la Integridad: Un hombre en una tienda devuelve al cajero un dinero que le dio de mas, esto llama la atención de unos periodistas que estaban filmando el lanzamiento de un producto, quisieron entrevistarlo y este se negó, asombrados le preguntan ¿Por qué, si lo que acababa de hacer era un acto de honradez digno de imitar? El hombre respondió: la mujer que me acompaña no es mi esposa. La integridad es sinónimo de rectitud; este hombre a pesar de su acto de honradez, no era un hombre recto, integro; dice la Biblia: “Torcido es el camino del culpable, pero recta la conducta del hombre honrado” (Proverbios 21:8).

Los valores bíblicos fueron creados por Dios a la medida del ser humano, para que usted y yo los apliquemos en nuestro diario vivir; Jesucristo enseño a sus discípulos como una regla de oro lo siguiente: “Así que en todo traten ustedes a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes” (Mateo 7:12). Aplicar y respetar los valores que están en la Biblia, nos ofrece un futuro maravilloso y reflejan el gran amor que Dios tiene por nosotros.

Por Andreina Fersaca