La oración tiene un poder que va más allá de lo que puedas conceptualizar, se trata de una conexión directa con Dios que te permite descubrirlo y además ser escuchado obteniendo sus respuestas conforme sea su voluntad. En Mateo 6:6 dice: “Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público”.
El poder está detrás de la puerta, justo allí en la intimidad con el Señor. Es ese el lugar donde peleas tu bendición, porque cuando derramas tu corazón al Padre Celestial Él escucha tus peticiones y hace llover sus regalos para tu vida. En Mateo 4:3 vemos cuando el enemigo tienta a Jesús en el desierto, quien gracias a la conexión de oración que tenía con el Señor pudo resistir. “Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan”, entonces es allí cuando se manifiesta el poder.
Se debe tener fe en la respuesta de Dios para que caigan las bendiciones que estas esperando, es en lo secreto de la oración cuando desarrollas esa confianza en el Señor, es decir la certeza que tu pregunta y petición será contestada en el tiempo perfecto. “Porque en ti, oh Jehová, he esperado; Tú responderás, Jehová Dios mío”. Salmo 38:15
“Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra”. 1 Reyes 18:21. En ocasiones pasamos por situación donde la indecisión nos arropa y esto es una señal de duda, por esto es importante que nos mantengamos en oración y en constante estudio de la Palabra. La oración y la adoración fortalecen la fe.
Por Andreina Fersaca
