El Estado judío sigue a EE.UU., China, Rusia, Alemania, Reino Unido, Francia y Japón. La clasificación se basa en cinco atributos de cada país: liderazgo, influencia económica y política, alianzas internacionales sólidas y fuerza militar.
“Los países más poderosos del mundo también son los que dominan constantemente los titulares de la prensa, preocupan a los encargados de formular políticas y marcan las pautas económicas mundiales. Sus políticas exteriores y presupuestos militares son rastreados religiosamente. Cuando hacen una promesa, al menos algunos en la comunidad internacional confían en que la cumplirán”, según el informe de U.S. News y World Report.
Sobre Israel, el informe dice que “con su tamaño relativamente pequeño, el país ha desempeñado un papel importante en asuntos internacionales. El país tiene una economía fuerte, importantes logros para varias religiones y relaciones tensas con muchos de sus vecinos árabes”.
Las batallas diplomáticas de Israel contrastan con su destreza en diversas áreas.
“Siete décadas más tarde, las fronteras todavía están muy disputadas. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas votó en 2016 para condenar los asentamientos israelíes en la zona, lo que llevó a Israel a suspender los vínculos con muchas naciones que votaron a favor de la resolución. El reconocimiento del presidente de los Estados Unidos Donald Trump de Jerusalén como la capital de Israel a fines de 2017 provocó más disturbios“, continúa el informe.
“Israel está persistentemente plagado de amenazas de terrorismo y el país ocasionalmente sufre conflictos violentos. Los grupos de derechos humanos han acusado a Israel de abusos en su conflicto actual con los palestinos”.
Sin embargo, también señala que “Israel tiene una economía de mercado tecnológicamente avanzada con diamantes cortados, equipos de alta tecnología y productos farmacéuticos entre sus principales exportaciones”.
“El país está muy desarrollado en términos de esperanza de vida, educación, ingreso per cápita y otros indicadores del índice de desarrollo humano. Pero también tiene una de las economías más desiguales en el mundo occidental, con brechas significativas entre ricos y pobres”.
“Mientras que la cultura de los judíos israelíes y la minoría árabe se han mantenido bastante separadas, el país ha sido influenciado por inmigrantes judíos de todo el mundo, muchos de los cuales han contribuido de manera significativa a la ciencia, la política y las artes”, dice el informe de US News de World Report.
Fuente: Unidos por Israel