Este año celebro varios logros en mi vida y ministerio. En 1989, canté mi primer solo con mi coro juvenil en un servicio dominical y una década después en 1999, lancé un álbum con Integrity Music, «Canta al Señor». He visto el favor y la gracia del Señor en maneras que nunca hubiera imaginado, comenta Ingrid.
El año pasado escuché al Señor decirme: «Ingrid, si quieres ver los mismos resultados, sigue haciendo las mismas cosas, pero si quieres más de mi presencia, para ver lo milagroso, debes hacer las cosas de una manera diferente». Sabía lo que el Señor me estaba guiando a hacer. Era hora de salir de mi comodidad y dar un paso de fe más grande y audaz en cada área de mi vida, espiritual y físicamente. Estoy muy agradecida por todas las increíbles oportunidades que he vivido en estos últimos 30 años. Me conmueven los testimonios que he escuchado, los jóvenes que han decidido servir a Jesús porque vieron a alguien como yo ministrando y les dio la fe para caminar en su propósito. Estoy muy honrada y agradecida por todo lo que Dios ha hecho.
¿Acaso tengo derecho a pedir más? Dios me ha revelado que no se trata solo de mí, sino de todo lo relacionado con el Dios al que sirvo. Sé que el Señor no necesita otro CD en el mercado u otro concierto en Nueva York y créanme que no habría hecho nada si no fuera porque el Espíritu Santo me ha estado inquietando. Seré completamente transparente. Me siento feliz y cómoda cantando en mi iglesia en Houston, Texas, yendo en mis viajes de fin de semana a iglesias maravillosas que creen en mi llamado, pero el Señor está pidiendo más. Y debo poner mi dinero, mi tiempo y mi energía donde están mis convicciones y mi corazón. Hay una generación de adoradores que están esperando que camine en mi propósito para que puedan creer y desear más por sus vidas. Creo que lo que Dios nos está llamando a hacer, a mi, a mi equipo, a Queens, Nueva York, y a toda la región del Nordeste de Estados Unidos, es vivir por esta fe loca que es lo único que puede mover las montañas imposibles que tenemos ante nosotros.
Si estás recibiendo esta carta, has sido parte del propósito que Dios ha usado para cumplir su llamado en mi vida. Gracias por creer en mi y apoyarme. Estoy más que agradecida por la providencia y la provisión de Dios que unieron nuestros caminos para cumplir Su voluntad en esta tierra.
En los días 27 y 28 de septiembre, en Long Island City, Queens, Nueva York, sé que vamos a crear un altar de adoración, sacrificio, acción de gracias y amor a nuestro Dios, y vamos a capturar el sonido de la adoración para que el mundo y las generaciones por venir lo puedan escuchar.
Solo a través de la unidad se puede cumplir esto. Nací en Queens en 1974, pero me fui cuando tenía 3 años, y aunque muchas personas trataron de disuadirme de hacer este evento allí diciéndome lo difícil que es unir a la gente. Creo aún más que el Señor me ha demostrado que esto está en Su corazón. Debo regresar al lugar donde nací para crear un altar de recuerdo, sacrificio y fe. Nací físicamente en Queens, pero ahora hay un nacimiento espiritual que está ocurriendo en mí, y está impulsándome a una fe divina en la que nunca he caminado antes.
He visto milagros a lo largo de estos últimos meses, pero el propósito de esta carta es preguntarte: ¿te unirías a mí para creerle a Dios y a lo que Él quiere hacer en tu ciudad? He podido probar un poco de los obstáculos a los cuales ustedes se enfrentan y esto me da una comprensión de la fe en la que todos ustedes caminan día tras día. Esto me lleva a creer que Dios tiene algo importante para el nordeste de Estados Unidos, para la iglesia y para nuestras vidas. El enemigo ha intentado en todos los sentidos derrotar a la iglesia a través de la división, las dificultades, la frustración y religiosidad, pero sé que este es el momento para que nos levantemos y permitamos que Dios nos muestre su gloria y poder.
Escribo esta carta desde mi corazón; no con interés en que esto sea una grabación más, sino en ver vidas cambiadas, personas sanadas y ver la unidad dentro del cuerpo de Cristo. Pero no puedo hacerlo sola, y Dios no me está llamando a hacerlo sola. He tenido que tomar un paso de fe y pedir ayuda. Dicho esto, te lanzo el reto: ¿nos ayudarías a ver venir el reino de Dios en esta tierra? La Biblia dice: “Él habita las alabanzas de su pueblo” Salmo 22: 3. Y los días 27 y 28 de septiembre estaremos elevando nuestras alabanzas a nuestro Dios y no tengo duda de que Él estará con nosotros.
Experimentáremos la presencia de Dios como nunca. Creo lo que las escrituras dicen: “Donde el pecado aumentó, la gracia de Dios aumentó aún más” Romanos 5:20. Esta es la temporada de gracia para el nordeste de los Estados Unidos. Con todas las leyes en contra de los niños que aún no han nacido y la posición que nuestra sociedad está adoptando para defender su libre albedrío e incluso yendo en contra del corazón de Dios, nuestra sociedad está en una espiral descendente; pero la única forma en que la gente puede ver la gracia de Dios es a través de nosotros, la iglesia, su cuerpo. Sé que capturar un sonido de adoración, amor y agradecimiento traerá gloria y honor a nuestro Padre y traerá sanidad a la tierra. Gracias nuevamente por sus oraciones y apoyo. Por favor, ayúdame a correr la voz y que Dios te bendiga y te guarde. Cambiemos al mundo con el amor de Jesús.