Gustavo Azogue, líder de la banda Ungida del Escuadrón Profetas de Casas de Oración, se ha convertido en un faro de esperanza para aquellos que enfrentan la dura realidad de la adicción y la vida en las calles. Su historia de transformación, desde el mundo de las drogas hasta la restauración a través de su fe en Jesucristo, es un testimonio vivo del poder del cambio.
Después de haber sido rehabilitado en el Centro Arca de Noé, Gustavo decidió dedicar su vida a ayudar a otros que, como él, han tocado fondo. A través de su música y sus redes sociales, comparte su historia de redención, demostrando que hay una salida y que el amor de Dios puede transformar cualquier situación.
“Yo viví en la oscuridad, pero Dios me dio una nueva oportunidad. Ahora quiero ser un puente para que otros encuentren la misma esperanza que me salvó a mí”, expresa Gustavo.
La Banda Ungida del Escuadrón Profetas, no solo es un ministerio musical, sino un canal de evangelización y apoyo a los jóvenes. Con cada canción y cada mensaje, llevan palabras de aliento a aquellos que necesitan saber que no están solos.
Además de su labor musical, Gustavo realiza activamente jornadas de ayuda a personas en situación de calle, brindándoles alimento, ropa y lo más importante: una palabra de esperanza.
Para conocer más sobre su labor y seguir su mensaje, puedes encontrarlo en sus redes sociales, donde comparte reflexiones, testimonios y recursos para quienes buscan un nuevo comienzo.