Estamos viviendo tiempos complicados, donde la fe de muchos fallará y se encontrarán falsos profetas en todas partes del mundo que querrán desvincular el concepto original del evangelio y el cristianismo desde su raíz, prevaleciendo el humanismo, materialismo y sincretismo en las congregaciones.
La sana doctrina es la buena alimentación del cuerpo de Cristo, para su crecimiento y fortalecimiento. Se trata de la verdadera enseñanza impartida por nuestro Señor Jesucristo y afianzada por los apóstoles y profetas.
Dios quiere que retomemos las sendas antiguas de su verdad que permanece en la eternidad y seamos maestros de ella hasta que nos alcance la vida en esta tierra.
«Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, blasfemias, malas sospechas, disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales» 1 Timoteo 6:3-4
Características de la sana doctrina de Jesucristo:
- Gracia: Debemos disfrutar del regalo de la salvación que nos dio Jesús, llenarnos del Espíritu Santo. Cuando estamos llenos de su Gracia no hay religiosidad. Romanos 5:20
- Misericordia: Debemos sentir en el corazón la miseria de los demás. La misericordia te impulsa a actuar y ayudar a aquellos que lo necesitan. Santiago 2: 15-16
- Amor: Dios nos da dos mandamientos importantes que es primero amar a Dios y luego a nuestro prójimo, cuando Dios está en una congregación se siente por el amor que se manifiesta en los unos por los otros, ya que el amor viene del Padre. 1 Juan 4: 16
- Justicia: Dios tiene el control de todas las cosas, no obstante eso también justifico nuestra transgresión con su sangre, la iglesia pura sin mancha y sin arruga es una iglesia que sabe reposar en Dios y entregarle sus cargas. 1 Pedro 3:14
- Nuevo nacimiento: La enseñanza del nuevo nacimiento debe ser perpetua en cada una de las congregaciones. Debemos encontrar la transformación y renovación del espíritu, que nazca un nuevo hombre en cada uno de nosotros para ser salvos. Juan 3:3
- Bautismo en Agua: Jesús, el hijo de Dios para comenzar su ministerio se bautizó, nosotros como sus discípulos debemos seguir sus pasos y ser bautizados en agua para morir para el mundo y vivir para Cristo. Gálatas 3:26-27, Marcos 16:16, 1 Pedro 3:21
- Bautismo en espíritu: Dios vive en nuestros corazones y nos hace suyos marcándonos con el Espíritu Santo para el día de la redención, siendo nosotros templo y morada de Él. 1 Corintios 12:13
Aquellos que enseñan sobre la paz, el amor, la justicia, la misericordia y las enseñanzas que nos dejó Jesús, están alimentando muy bien el cuerpo de Cristo.
En las cosas más sencillas podemos encontrar las grandezas de Dios, no pervirtamos la doctrina de Cristo con falsas genealogías y vanidades ilusorias. Es importante estar atento en lo que predicamos o enseñamos, ya que el fin de la sana doctrina es preparar a las personas para que puedan alcanzar la salvación.
“Entonces los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento, y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad”. Daniel 12:3
Por Andreina Fersaca