Entrégale tu pasado a Dios y el hará cosas nuevas

Tal vez muchas personas aún recuerdan un pasado tormentoso, o episodios que dejaron una huella. En ocasiones cada uno de esos episodios vienen a memoria y tal vez pensamos ¿Si hubiera conocido a Cristo en ese momento, nada de eso hubiera ocurrido? O ¿Si hubiera tomando otra decisión no me hubiese pasado eso?, en fin muchas interrogantes que no valen la pena porque ya quedó en el pasado.

Del pasado se aprende, se recuerda lo bueno con alegría y se recuerda lo malo para reflexionar, aprender y perdonar. Puede que hoy en día tengas una carga muy grande porque existe un pasado que te tiene atado y a pesar de que no quieras volver a él, o simplemente no quieras pensarlo, vienen los pensamientos y te llenas de tristeza, rabia y dolor.

Pero hay buenas noticias, no todo es sufrimiento y es importante que no permitas que esos pensamientos invadan tu vida y te roben la paz. “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado”. Isaías 26:3 Entrégale tu pasado a Dios para que Él haga en ti algo nuevo.

Cuando le entregas toda esa carga a Dios, cosas grandes, nuevas y maravillosas suceden en tu vida. “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura eres; las cosas viejas pasaron; he aquí, son hechas nuevas”. 2 Corintios 5:17

No solamente las bendiciones te alcanzarán a ti. Cuando decides entregar a Dios ese pasado que te hizo tanto daño, tu vida comienza a cambiar, tu corazón sana y tu mente se restaura, y esto te hace una persona nueva y estas maravillas le alcanzarán a tu descendencia. La razón es porque ya eres un hombre y una mujer con cosas nuevas y hermosas que dar. “Porque como los cielos nuevos y la tierra nueva que yo hago permanecerán delante de mí -declara el Señor-, así permanecerá vuestra descendencia y vuestro nombre”. Isaías 66:22

Por Andreina Fersaca