El testimonio de los hijos de Dios es fundamental para el mundo

 “Sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros;” 1 Pedro 3:15

Ante la falta de respuestas en el mundo, debemos estar preparados en el conocimiento de Dios para responder estos interrogantes que se hace la humanidad. Ya sea en la escuela, el trabajo, el colegio, la universidad o donde nos encontremos, nuestro propósito como creyente en Cristo es dar respuesta a un mundo confundido.

Pero debemos dar razón de nuestra fe pero con respeto, con mansedumbre y reverencia.

La palabra mansedumbre significa ternura, modestia, sencillez, docilidad, entre otras; no se trata de polemizar con las personas sino dar razón de nuestra fe en Cristo, con argumentos Bíblicos y espirituales.

Debemos responder con conocimiento de la palabra de Dios y esto implica prepararnos, discípularnos, pero también, ir creciendo en el carácter; Jesús nos dio ejemplo de ser manso y humilde (Mateo 11:28-30) y esta debe ser nuestra conducta, no entrando en polémicas y discusiones, donde lleguemos a ofender y no a dar testimonio de la fe, aún nuestros contradictores y perseguidores deben al final mirar que actuamos con amor.

Por lo tanto demos razón al mundo, de nuestra fe en el hijo de Dios con conocimiento y carácter pero sin discusión o soberbia.

“Que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad,” 2 Timoteo 2:25

Por Andreina Fersaca