Los ojos del mundo continúan sobre Venezuela. La crisis política, social y económica persiste y las oraciones por la nación se hacen aún más fuertes. La fe y la esperanza siguen latentes en espera de la intervención de Dios para que la paz, el amor y el perdón estén presentes en el pueblo venezolano.
Durante varios días el presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó visitó varios países a donde fue invitado por los jefes de estado de cada nación, también tuvo la oportunidad de escuchar las palabras del vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence y de muchas otras autoridades. Lo interesante de cada una de las intervenciones es que el nombre de Dios estuvo presente en algunos de los discursos.
Mike Pence, quien ha manifestado abiertamente que es cristiano, hizo referencia en la Reunión Del Grupo De Lima en Bogotá en cuanto al caso de Venezuela que “donde está el Espíritu de Dios hay Libertad”. Acotó que tanto él como el pueblo americano están acompañando las oraciones de los venezolanos y de todas las naciones que está apostando por la paz.
“Mientras ustedes defienden la libertad, ustedes también van junto con la gracia del Autor de la Libertad, que dijo: ‘¡Coraje! ¡No tengan miedo! Y ustedes verán la liberación que el Señor traerá. Donde el Espíritu de Dios está, hay libertad”, añadió.
Por su parte el Presidente de Brasil Jair Bolsonaro, quien también ha manifestado abiertamente su amor a Jesucristo y el respaldo a la Palabra de Dios, le dio no solo a Guaidó, sino a Venezuela, una palabra de alieno. “Dios es brasileño y también venezolano”, dijo.
“Nosotros queremos una igualdad por encima, en la prosperidad. Nosotros no ahorraremos esfuerzos dentro de la legalidad, de nuestra Constitución y de nuestras tradiciones para que la democracia sea restablecida en Venezuela. Sabemos que eso sólo será posible a través de elecciones limpias y confiables”, manifestó Bolsonaro.
Por Andreina Fersaca
