El evangelista reconocido mundialmente y que falleciera el pasado 11 de marzo, Luis Palau, dejó un legado innegable a las nuevas generaciones. Su historia, sus luchas y victorias, sus campañas y festivales, sus encuentros con mandatarios, artistas, sindicalistas, líderes de las fuerzas armadas… pero fundamentalmente sus encuentros con Dios y con las personas que comúnmente se las denomina de a pie. Ahora, de la mano de Whitaker House, se presenta un libro póstumo denominado “El fuego de Dios”.
El Dr. Luis Palau, explica en este libro, que existen dos tipos de “fuego interno” que moviliza la vida al servicio de Dios. Uno de ellos proviene de Dios mismo, y arde en la vida como lo hacía en la zarza, desde donde le habló a Moisés. Arde sin consumir la zarza, arde sin dolor. El otro fuego es el que produce la iniciativa humana y la sangre que late por lograr las metas. Este libro es una guía práctica para que el fuego de Dios se encienda en tu vida, y descubras lo que significa disfrutar, y seguir disfrutando, de la vida cristiana aun en medio de las situaciones más difíciles.
“¿Alguna vez te has preguntado si en la vida cristiana hay más –mucho más– de lo que has experimentado hasta ahora? ¿Alguna vez has soñado en convertirte en una persona exitosa, fructífera, que tiene a Dios como centro de su vida?” —pregunta Palau en la introducción al libro—Quizás creas que esa clase de vida es posible, y por lo tanto la estás buscando pues quieres disfrutarla. Tal vez hasta tengas objetivos que te ayuden a alcanzarla, y tu íntimo deseo sea descubrir la llave que abre la puerta a la bendición de Dios en tu vida. O es posible que hayas perdido la esperanza. Sientes que la vida cristiana es una utopía. No lo es, así que no desesperes. En este libro hallarás guía, ánimo y esperanza”.
«El fuego de Dios» es una de sus más recientes obras antes de su partida, en la cual Palau se dirigió a todos aquellos que anhelan una renovación radical en sus vidas. Como la que él mismo experimentó a lo largo de su vida, día tras día, con esperanza de redención eterna y en obediencia al Dios que amó y sirvió hasta su último suspiro.
Fuente: © Noti-Prensa.com