El elefante en la sala, un fenómeno de taquilla dentro del liderazgo cristiano

El elefante de la sala
No se trata de una película estrenada en el cine recientemente, pero sí de un evento que tiene la particularidad de convertirse en «sold out» varias semanas antes de su estreno. ¿Qué hay detrás de «El elefante en la sala», una de las más recientes apuestas de e625 para servir a la iglesia en Hispanoamérica?

Fernando Altare es director del ministerio e625 en la Argentina, que para el mes de agosto tiene planeado realizar la segunda edición de esta capacitación a la que dieron en llamar «El elefante en la sala».

¿Por qué este nombre tan peculiar para un evento donde el liderazgo cristiano va a capacitarse para desarrollar su ministerio de manera óptima?

Altare lo explica de esta manera: “Muchos solemos tener la tendencia a esquivar algunos temas grandes que tenemos delante evitando enfrentarlos. En la iglesia eso también nos pasa, por eso el “elefante” que hemos decidido encarar tiene que ver con una pregunta: ¿Por qué no estamos haciendo más y mejores discípulos sobre todo en las nuevas generaciones? A esta altura creo que todos ya nos dimos cuenta de la gran diferencia que existe entre juntar gente en nuestras reuniones y formar verdaderos discípulos de Jesús. Reconocemos una gran necesidad de volver a la gran comisión y re significar nuestro trabajo con la gente para ser más efectivos en nuestra misión”.

Esta es la segunda edición de un evento que además tiene su versión en otros países.

“Así es. Al igual que el año pasado, en el 2023 se realizará este evento en 20 ciudades diferentes localizadas en los 18 países donde e625 tiene sede. En esta ocasión, la ciudad argentina elegida será la de Córdoba y allí el 5 de agosto arrancará la serie global de este año. En cada lugar se llevará a cabo la misma actividad con la misma dinámica, con los mismos temas y con el mismo formato. Solo variarán algunos oradores locales”.

¿Qué tiene de diferente esta capacitación? 

“La totalidad del programa transcurre con los participantes sentados en mesas redondas, es decir que el asistente no solo escucha y recibe de parte de voces referentes del ministerio, sino que también opina, aporta y ayuda a construir en el marco de un programa súper dinámico donde nada dura más de 20 minutos. Esa es la razón por la que decimos que se trata de vivir juntos una experiencia de aprendizaje colaborativo. La invitación está especialmente formulada a los equipos ministeriales de las iglesias locales comandadas por su pastor principal y acompañado de los líderes de las diferentes edades, para maximizar así el aprovechamiento de la jornada, dado que es sumamente productivo el análisis y el trabajo que pueden realizar acorde a la realidad de su propia congregación.

Un fenómeno que sucede ya desde la primera edición es que semanas antes de realizarse, no quedan cupos.

Respecto a esto, Altare considera que “un dato para nada menor es que el año pasado en cada una de las ciudades se llegó al evento con la totalidad de la capacidad agotada, y este año en Córdoba nos quedamos sin cupos disponibles un mes antes de la actividad. Lo que humildemente percibo es que todos estamos más conscientes que nunca de los desafíos y las necesidades que tenemos como iglesia, por eso cuando hay una propuesta concreta y sólida que apunta a equiparnos en el medio del diálogo, la respuesta positiva es inmediata. Que en este caso las iglesias hayan reaccionado de manera tan contundente, expresa un síntoma muy saludable ante la necesidad y urgencia que nos imponen estos tiempos. No se trata de la actitud de líderes aislados, ya que el 90% de la asistencia al Elefante en la Sala estará compuesta por mesas integradas por el pastor de una iglesia con su equipo de líderes.

Más info en https://e625.com/ / https://elefanteenlasala.com/