El desierto de Israel no era desierto hace casi 2 millones de años, según pruebas científicas

Israel

Se sabía que el desierto del Neguev era más húmedo en el pasado, pero no se habían encontrado las pruebas definitivas hasta ahora: ahora la ciencia ha probado que cuando los homínidos salieron de África, hace 1.8 millones de años, el lugar era húmedo y vivo.

El homo erectus es el primer homínido que habitó diferentes continentes, y los investigadores aún se preguntan cómo viajó de un lado a otro. Se cree que este homínido evolucionó en África hace casi 2 millones de años y la comunidad científica acepta que abandonó el continente africano por el “pasillo levantino”, que incluye el Neguev, que es hoy uno de los desiertos más secos del mundo, lo que no se sabía es cómo sobrevivió a las duras condiciones climáticas.

Un nuevo estudio llevado a cabo por científicos de Israel, España e Islandia lo ha explicado. Analizaron las propiedades magnéticas de los sedimentos encontrados en un “lago fosilizado” que indican que el sur de Israel hace 1.8 millones de años era un lugar mucho más mojado.

En los depósitos del lago Kuntila, en los sedimentos de la cuenca del río Paran, se encontraron pruebas, entre ellas, conchas marinas, que indican que esos restos se acumularon bajo un lago de agua fresca hace unos 1.8 millones de años.

“El Neguev mojado creó una situación propicia para que los homínidos pudieran avanzar por esta región”, explicó el co-autor del estudio, el geólogo Nicolás Waldmann, de la Universidad de Haifa. Así sobrevivieron la travesía por el “desierto”, con agua y comida en abundancia, porque no era desierto en realidad.

Una suposición Antigua

Waldmann indicó que la primera señal de la humedad del desierto del Neguev se encontró en la década de 1970, pero no existía la tecnología para saber de qué época eran los sedimentos.

Los investigadores creen que durante el período en el que los homoerectus pasaron por el “pasillo levantino” las lluvias estacionales tropicales eran mucho más fuertes que en la actualidad y duraban más. “Unas diez veces más que hoy en día”, señaló el geólogo. “Lo cual hacía del desierto un lugar mucho más mojado, aunque no una selva”, agregó.

Fuente: Fuente Latina