Una muestra de que Dios hace todo perfecto, somos nosotros sus hijos. Él creó a los seres humanos con capacidad para tomar decisiones. Muchas máquinas en el mundo son configuradas para trabajar de forma repetitiva en una labor específica, afortunadamente las personas no tienen esa función y tienen libertad.
Dios nos ha dado el derecho de escoger un camino específico, tenemos la libertad de tomar la vida, es decir escoger a Dios, es seguir sus principios, sus enseñanzas. Escoger esa dirección en vivir en paz, plenitud y gozo, pero si la decisión de apartarse de Dios entonces ese camino conducirá a la muerte, un lugar sin luz, sin alegría y en una situación de desesperanza.
Como Dios nos dio libertad entonces surge una interrogante: ¿Qué harás con esa libertad que Dios te da?, meditar sobre este tema es imprescindible porque día a día tendremos que tomar decisiones importantes bien sea en nuestro trabajo, con nuestras familias, en los estudios, en la iglesia, en fin en cada área tendremos que dirigirnos hacia algún lado, entonces allí es cuando debemos pedirle a nuestro Padre Celestial sabiduría. “Pero si alguno de vosotros se ve falto de sabiduría, que la pida a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada” Santiago 1:5.
Toda la creación de Dios obedece de forma inmediata sus mandatos, es decir los animales, las plantas, el sol, la luna. Los únicos que son diferentes son los seres humanos. El Señor es un “caballero” y Él no entra a nuestras vidas a menos que nosotros se lo permitamos y se lo pidamos. “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo”. Apocalipsis 3:20
Por Andreina Fersaca