El coronavirus no detiene la llegada de nuevos bebés en Israel

Coronavirus

El coronavirus puso al país en cuarentena pero, obviamente, los bebés no dejaron de llegar. Por ello los hospitales israelíes tomaron recaudos especiales en sus maternidades, como ocurrió en sanatorios de todo el mundo.

Sin embargo, una de las historias que pasaron por esas salas fue tan inusual que encontró su camino hacia la prensa internacional. Se trató de una mujer de Bnei Brak, una barriada religiosa en los alrededores de Tel Aviv, que dio a luz afectada por el coronavirus y conectada a un respirador.

La mujer fue internada a fines del mes pasado en el hospital Sheba, considerado el noveno mejor del mundo según el prestigioso ranking de la revista estadounidense Newsweek y en la vanguardia de la lucha contra el coronavirus en el país.

Ya a punto de completar el embarazo, la mujer llegó al hospital con dolores y náuseas. Cuando los médicos la revisaron, descubrieron que estaba infectada con el nuevo virus.

«El parto comenzó en una sala especial de maternidad dedicada al coronavirus, pero cuando la madre comenzó a sufrir dificultades respiratoria, fue transferida rápidamente a una sala de operaciones especialmente preparada» para este tipo de situaciones, contó Jodie Singer, una vocera del hospital.

 En declaraciones al New York Post, Singer precisó que, «mientras la madre estaba intubada y conectada a un respirador artificial que le salvó la vida, los médicos realizaron una cesárea de emergencia exitosa y dieron a luz a un bebé sano» de alrededor de dos kilogramos y medio de peso.

El diario neoyorquino reportó que se le realizó al bebé el test del COVID-19 y dio negativo, y agregó que -de todas maneras- esperaron varios días antes de entregarlo a la madre, que había quedado bajo tratamiento por el coronavirus.

Desde el caso de la mujer de Bnei Brak, la sala de partos adaptada a la pandemia de coronavirus fue «utilizada varias veces más: cada bebé nació sano y resultaron negativo para el virus«, completó Singer.

Según señaló el periódico Times of Israel, entre fines de marzo y mediados de abril se registraron ocho nacimientos en la sala de maternidad adaptada del hospital Sheba.

 «Es difícil y es muy extraño, tanto para las mujeres como para el personal» llevar a cabo los partos en estas condiciones, dijo Eldad Katorza, uno de los doctores senior del ala de Ginecología y Maternidad.

 Katorza señaló que «el parto es normalmente una situación muy íntima y emocional y esto es muy diferente, hay menos intimidad y más distancia».

 Entre los partos registrados en el hospital Sheba hubo otro extraordinario, el de una mujer israelí que tuvo trillizos.

Según relataron voceros del hospital en Facebook, Beth tuvo un embarazo muy complicado y quedó tan contenta con la llegada de sus trillizos sanos y salvos que decidió ponerles los nombres de los médidos que la atendieron: Yoav, Yinon y Eran.

Fuente: Unidos por Israel

 

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