El calvario nos habla del amor de Dios por la humanidad. Fue allí donde Jesús triunfó, y fue justo allí donde llevó a cabo su Plan de Redención por cada uno de nosotros. Jesús fue victima de desprecio, abusos, golpes, humillación y vergüenza; sudó gotas de sangre, no dijo ni una palabra, y se sometió al dolor más abominable que una persona pueda sentir. Jesús ocupó nuestro lugar, y cumplió su misión: «la de otorgarnos completa redención».
El propósito de Dios con el hombre está enmarcado en el término redención mediante Jesucristo. Dios se propuso redimir al mundo del pecado y abrirle la puerta a la salvación eterna. Redención significa comprar, sacar o soltar, y eso fue lo que hizo Jesús, nos compró a precio de sangre, pagó un precio por nuestra libertad para no estar bajo la esclavitud del pecado.
El amor de Dios reflejado en su palabra
A través de los siguientes versículos podemos observar que Jesús aceptó voluntariamente la cruz por amor a nosotros y logró hacernos libres. Por tal razón no debemos nunca olvidar tal sacrificio y agradecerle todos los días por tan grande amor.
-“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Juan 3:16
–“En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados”. Colosenses 1:14
–“Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición”. Gálatas 3:13
-“Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados”. Isaías 53:4-5
–“Anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz”. Colosenses 2:14-15
Hoy, la invitación es a acercarte a Él y recibir ese maravilloso regalo de la gracia del Señor, la mejor decisión de todas es aceptar vivir una intima relación con Dios a través de su Hijo Amado «Jesús».
Por: Rossmary Valladares
