Dios nos proporciona su palabra para ser libres de la ansiedad

La ansiedad y la depresión son dos palabras que a muchas personas le aterran hasta nombrarlas, pero en ocasiones algunos pasan por ese valle de sombras y justo en ese momento cuando Dios enseña a sus hijos a tener Fe y confianza en Él.

Cuando la ansiedad y depresión tocan la vida de alguien, Dios demuestra a través de su palabra que nunca estarás solo y que tus sentimientos no son iguales a la verdad.

Crabtree, pastor y escritor, vivió una temporada depresiva y compartió su situación manifestando: “Sé que no soy el único que lucha. Dios me ha enseñado mucho en este viaje. Dios anhela que confíes en Él incluso durante el tiempo que no entendemos lo que sucede a nuestro alrededor o en nosotros” dijo.

A veces, en la profundidad de la desesperación, no sentimos que tengamos las palabras para orar, pero Dios nos da su propia palabra. Queremos estar cerca de Dios, pero no sabemos cómo. Su Palabra proporciona esa cercanía.

Aquí están algunos versículos para orar cuando sientas ansiedad

1. Salmo 23: Esta palabra es muy conocida, pero es importante profundizarlo en medio de la oración y dejar que el Espíritu Santo revele la profunda verdad y la comodidad que este Salmo proporciona.

2. Salmo 27: 1-3  “Dios, tú eres mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? Tú eres la fuerza de mi vida, ¿de quién tendré miedo? Cuando los malvados vienen contra mí para comer mi carne, mis enemigos y mis enemigos, tropiezan y caen. ¡Aunque un ejército acampe contra mí, mi corazón no temerá!”

3. Salmo 34  Este es el Salmo para los quebrantados de corazón y temerosos y Dios los ama inmensamente.

4. Salmos 61: 1-3 “Escucha mi clamor, oh Dios; desde los confines de la tierra te lloro, cuando mi corazón se desborde, llévame a la roca que es más alta que yo. Para ti eres un refugio para mí, una torre fuerte del enemigo … “

5. Salmo 91: Nos dice que cuando permanecemos o vivimos en el refugio del Altísimo, podemos DESCANSAR en Su sombra. Él nos da descanso de nuestra preocupación, de nuestros miedos, de nuestra ansiedad.

Cuando la ansiedad se establece, repite algunos de estos versículos en voz alta. Háblale a Dios. Memoriza su palabra Aférrate a estas verdades. Repite al Señor: “Confío en ti, confío en ti…” y cuando permanecemos en Cristo, la paz que sobrepasa todo entendimiento comienza a proteger nuestros corazones y nuestras mentes en Cristo Jesús.

“No se inquieten por nada, pero en toda situación, mediante la oración y la petición, con acción de gracias, presenten sus peticiones a Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús. ” Filipenses 4: 4-6

Por Andreina Fersaca

¿Qué piensas de esta nota?


Publicidad