Dios cumple los anhelos del corazón de sus hijos según sea su voluntad

Tal vez has escuchado en varias oportunidades la frase “nada pasa por casualidad, todo es propósito de Dios”, y esa es la verdad. Cuando entregas tu vida al Padre Celestial es Él quien hace todas las cosas y la gloria no debería llevársela una casualidad o una suerte, no se trata de eso, tiene que ver con que Dios conoce tus necesidades y las suple conforme sea su voluntad.

Desde el anhelo más pequeño hasta el más grande que crees imposible está en los planes de Dios para ti. Tal vez te ha ocurrido que piensas cosas que para ti son insignificantes pero sin embargo quisieras que sucedan, como por ejemplo lo siguiente: ¡Cuanto quisiera comerme una rica torta, pero justo ahora no tengo el dinero, trataré de regalarme esa merienda para el próximo pago!… Resulta que no has terminado de pronunciar la frase cuando llega un familiar, una amiga, el jefe o un evento en el que está solo para ti el pedazo de torta que querías.

Es posible que esto lo veas como algo muy banal, pero es que Dios nos consciente en lo que queremos, no es casualidad que tuvieras en tus manos esa torta, tu Padre Celestial se encargó de regalártela. Así ocurre con algún empleo que estás pidiendo, un milagro financiero, sanidad, protección, en fin, Dios siempre estará allí para complacerte.

Y estos deseos para ti están basados en la Palabra de Salmos 37:4 que dice “Deléitate asimismo en Jehová, y Él te concederá las peticiones de tu corazón.” Y en Salmos 20:4 “Que él conceda los deseos de tu corazón y haga que todos tus planes tengan éxito”. Detrás de todo esto existen un “sin embargo”, y es que la Biblia también dice que el corazón es engañoso y contamina al hombre, esto quiere decir que no muchos anhelos están alineados a la Palabra de Dios.

Por esta razón es importante que Dios cumpla nuestros anhelos pero “conforme sea su voluntad” y pedirle a Él que nuestros corazón sea como el de Él, bueno, puro y agradable. Que nuestros deseos sean de acuerdo a lo que nuestro Padre Celestial quiera para nosotros y para nuestra familia.

Por Andreina Fersaca