Desde el 23 de junio se está escribiendo día tras día la historia de los 12 niños futbolistas y su entrenador, que quedaron atrapados en la cueva Tham Luang en la provincia norteña de Chiang Rai en Tailandia. A pesar de que todos fueron encontrados con vida el pasado 2 de julio, seis días después comienzan los rescates.
Dios desde el primer momento comenzó a obrar milagros en cada uno de los capítulos que ha traído preocupación, tristeza, desacierto, pero también fe, esperanza, unión y alegría. “Pero yo te he levantado para este mismo propósito, para mostrar mi poder y para que mi nombre sea anunciado en toda la tierra” (Éxodo 9:16).
Las oraciones de todo el mundo han sido escuchadas por Dios, su poder y amor ha permitido que después de quince días sin alimentos todos se mantuvieron con vida, que no corrieran ningún peligro de salud y físico, que los rescatistas pudieran llegar al lugar en el tiempo perfecto, que millones de personas se unieran por esta causa, en fin muchos son los milagros palpables.
Ocho de los 12 niños atrapados ya fueron rescatados, después de que un grupo de buzos emprendiera una peligrosa misión para liberarlo. “Hemos conseguido rescatar a ocho niños y enviarlos al hospital Chiang Rai Prachanukrua” dijo Narongsak Osottanakorn, jefe de la misión de rescate. “Todos los niños rescatados están a salvo”, agregó.
Trece buzos extranjeros y cinco miembros de la unidad SEAL de la Marina de élite de Tailandia están tratando de sacar al resto de niños, algunos de tan sólo 11 años y que apenas saben nadar, a través de pasadizos estrechos y sumergidos que el viernes se cobraron la vida de un buzo de la marina tailandesa retirado.
Un helicóptero se llevó a algunos de los niños a la ciudad cercana de Chiang Rai donde fueron trasladados en ambulancia al hospital.
Continúa el clamor
Las oraciones al Señor persisten con mayor intensidad, tomando en cuenta que se espera un tiempo tormentoso para las próximas dos semanas, aumentando los riesgos tanto para los niños y su entrenador, como para los rescatistas, llaman lo que vendrá como una “guerra con agua y tiempo”. Rescatarlos a todos podría llevar entre tres y cuatro días en función de la situación climática.
Para escapar, los niños deben sumergirse a través de oscuros y estrechos pasadizos que a veces no tienen más de 0,6 metros de ancho, lo que supuesto un desafío para algunos de los buceadores de cuevas más importantes del mundo.
Les espera una bendición
El presidente de FIFA, Gianni Infantino expresó su solidaridad con Tailandia. A través de una carta enviada a la federación de fútbol del país asiático, dijo que el máximo organismo de este deporte estaría encantado de invitar a los chicos a asistir a la final del Mundial de Rusia 2018, si para entonces se encuentran a salvo y si sus condiciones de salud lo permiten.
«En nombre de la comunidad internacional de fútbol, me gustaría unirme a ustedes para expresar mis más sinceras condolencias y apoyo a las familias de los jugadores y al entrenador, así como mi solidaridad con el pueblo de Tailandia en este momento de gran preocupación», dice infantino en la misiva.
Los buenos deseos de Infantino se suman a los expresados por otras figuras del fútbol mundial hacía el grupo de niños que ha acaparado la atención internacional. La estrella brasileña y campeón del mundo en el 2006, Ronaldo, lamentó en redes sociales la noticia y dijo que «el mundo del fútbol espera que alguien pueda encontrar una manera de sacar a estos niños de allí». Por su parte la selección de fútbol de Japón envió un mensaje a los niños en Twitter tras su derrota y eliminación de la Copa del Mundo ante Bélgica. «Esperen, la familia del fútbol está con ustedes», tuitearon.
Por Andreina Fersaca
