Amabilidad según el diccionario de la Real Academia Española significa: cualidad de amable, digno de ser amado, afable, complaciente, afectuoso. Por su parte, el diccionario Perspicacia lo define como disposición o manera de conducirse, diametralmente opuesta al trato áspero o rudo. Por su naturaleza, está muy relacionada con la humildad y la mansedumbre.
Cuando estudiamos la biblia podemos encontrar el mayor ejemplo de amabilidad, Jesús. Él demostró su amor, sirviendo desinteresadamente y dando su vida. Él espera también que la iglesia sea su reflejo y más en estos tiempos donde hay tantas personas necesitadas de una palabra y una acción amable, tierna y llena de amor.
Una persona amable se caracteriza por tener paciencia, ternura y un espíritu dulce. Incluso cuando es empujado y exasperado no hiere con sus palabras, ni tiende a discutir. Dios nos llama a todos los cristianos a ser amables con nuestro prójimo, a servir con mansedumbre.
En la Biblia hay muchos textos que podemos estudiar sobre la amabilidad. Uno de ellos lo encontramos en Filipenses 4:8, en donde Pablo nos exhorta con esta palabra: «Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad».
Nos encontramos en tiempos difíciles y es necesario como hijos de Dios caminar con toda humildad y mansedumbre. Un solo gesto de amabilidad con alguien de tu alrededor, puede ser de gran bendición en la vida de esa persona, tú puedes hacer la diferencia en una sociedad abatida y atormentada; inténtalo y verás que vale la pena.
Te animo a hacerte esta pregunta: ¿Tu vida refleja amabilidad, mansedumbre y humildad con todas las personas? ¿Haz sido amable en las ultimas semanas?
