“En la casa de mi padre muchas moradas hay; Si así no fuera, te lo hubiera dicho; Voy, pues, a preparar lugar para vosotros”. Juan 14:2
Morar quiere decir vivir y quedarse en ese lugar. Cada uno de nosotros debe trabajar en permanecer bajo el abrigo del altísimo. El Señor prepara moradas para nosotros, algunas veces nos coloca allí para hacer lo que Él nos manda a hacer y cumplamos el propósito que tiene para nuestras vidas.
No nos debemos salir de la cobertura de Dios. Él nos coloca en algunos lugares especiales para nosotros y no podemos darle la llave de esa vivienda a cualquiera. Nos corresponde a nosotros cuidar y representar lo que Dios nos entrego, nuestra familia, nuestros hijos, el trabajo, el ministerio y todo lo que tenemos.
Es bajo la cobertura de Dios que estamos protegidos. Dice su Palabra que separados de Él nada podemos hacer y el hijo de Dios es el único que nos dirigirá al propósito correcto. “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”. Juan 14:6
Mientras estemos en la tierra debemos trabajar para habitar en las moradas que Dios tiene para nosotros en el cielo. “Ciertamente yo te he edificado una casa majestuosa, un lugar para tu morada para siempre”. 1 Reyes 8:13
Tal vez te preguntarás y ¿Cómo hago para estar en esa morada?, entonces te diría que ames a Dios con todo tu corazón y cumplas sus mandamientos. La Biblia es un manual de vida y allí están innumerables tesoros.
Por Andreina Fersaca
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