¿Cuál es el significado bíblico de la verdadera libertad?

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Es habitual que cualquier persona quiera controlar su propia vida. Es normal que cada uno dependa de sus propios esfuerzos para lograr todo lo que se ha propuesto. De hecho, mientras muchas personas dedican sus vidas a buscar ese control, otras se atemorizan de perder ese control y entregárselo a alguien más.

La libertad para algunas personas consiste en poder hacer lo que quiera, cuando quiera y de la manera que quiera. Sabemos que hay un problema en ese concepto desde la perspectiva cristiana y ese dilema humano sólo encuentra respuesta en Dios. Él desea que le des el control total de tu vida y hacerla verdaderamente libre. “Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad”. 2 Corintios 3:17

Y es que la verdadera libertad se encuentra solo en Dios, quien te conoce y te ama como nadie más puede; y esto abre la puerta para que obre y transforme tu vida. Al elegir someter tu voluntad a la de Dios, encontraras paz sobrenatural y grandes oportunidades de ser una bendición para todos los que te rodean. Sin embargo, para que esto suceda necesitamos el anhelo de ese poder en nuestras vidas, ya que Dios no fuerza a nadie para ser seres morales, necesitamos ser personas libres.

Para lograr verdadera libertad en Cristo necesitamos primeramente renunciar a nuestros antiguos caminos pecaminosos y caídos, y cambiarlo por un sentido de permanencia en el poder del Espíritu Santo. “Acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura”. Hebreos 10:22

A fin de ser verdaderamente libres, debemos estar completamente entregados al control del Espíritu Santo. Y aquí no hay ninguna contradicción, esa libertad se halla en la liberación de la condenación y del poder del pecado que solo nos esclaviza y nos lleva a la muerte. La buena noticia es que hay una salida y es entregarnos al Dios Todopoderoso y abrirle paso a su presencia en nuestra vida, no solo estaremos sin condenación, sino además viviremos una vida no conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Como seres humanos llenos de pecado, esa es la única y verdadera libertad a la que podemos acceder. “Así que, si el Hijo de Dios os libertare, seréis verdaderamente libres”. Juan 8:36

Estas son algunas libertades que podemos disfrutar desde el momento en que Jesús se convierte en Rey y Salvador de nuestras vidas:

  • De la condenación y la culpa. Romanos 8: 1-2
  • Del dominio del pecado. Colosenses 1:13-14
  • De la muerte eterna. Romanos 6:23
  • Del miedo. Salmo 34:4
  • De la ira de Dios. Romanos 5:9
  • Libertad para entrar a la presencia de Dios. Hebreos 10: 19-20

Por Rossmary Valladares

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