Más de 40 personas perdieron la vida luego de derrumbarse el puente Morandi, ubicado en una autopista italiana cerca de Génova. Muchos fueron los vehículos que cayeron unos 100 metros al vacio y quedaron entre los escombros.
Esta tragedia ha causado conmoción a nivel mundial, han pasado varios días y los equipos de rescate continúan sacando los cuerpos. Durante este fin de semana Italia se unió para rendir homenaje a las víctimas en un funeral de Estado en Génova.
Los cristianos evangélicos en Italia alzaron su voz y se unieron en oración por los familiares de los fallecidos, con el propósito de brindarles una palabra de aliento y de mostrarles que Dios es el único que puede suministrarles la paz que sobrepasa todo entendimiento humano, además lanzaron un fondo de apelación en ayuda de las víctimas del colapso del puente.
Según la Alianza Evangélica Italiana, entre las víctimas se encontraba la hermana de un pastor evangélico de la iglesia las Asambleas de Dios en la región de Pisa, identificada como Stella Boccia, de 24 años. Ella murió con su novio Carlos Jesús Erasto Trujillo, de 27 años, de nacionalidad peruana y justo regresaban de unas vacaciones.
Cabe destacar que más de 600 personas tuvieron que abandonar sus apartamentos ubicados debajo de los tramos restantes del puente por temor a un nuevo colapso. Los funcionarios han decidido que los edificios sean demolidos, ya que sería demasiado peligroso dejarlos allí. La Alianza Evangélica Italiana dijo que algunas familias evangélicas están entre ellos. Su Statemen, líder de la Alianza Evangélica, manifestó que “para estos hermanos y hermanas en Cristo, nuestra oración es que el Señor proveerá consuelo y lo que necesitan de inmediato”. En cuanto a la recolección de fondos por parte de la AEI, aseguró que irán a las iglesias en Génova para ayudar con el alivio y el trabajo espiritual.
«Nuestra oración es por la ciudad de Génova en general, por su gente, sus familias, sus actividades económicas, sus autoridades políticas en este momento de dolor y la investigación de lo que causó el colapso. Oramos por el relanzamiento de la vida social y económica «normal» en la ciudad después de tal tragedia. Es esencial que se tenga en cuenta lo sucedido y se verifiquen las responsabilidades para que no ocurran mas tragedias como esta».
Concluyó con un llamado a tomar lo sucedido como un aprendizaje para recibir de la invitación de Jesús a tener un arrepentimiento genuino de nuestros pecados y creer en el evangelio (Lucas 13: 4-5) confiando en el único «camino» que es abierto y confiable, Jesucristo, que nunca colapsará y que sin duda conducirá al Padre Celestial (Juan 14: 6) a todos los que confían en Él».
Por Andreina Fersaca