Michelle Schorp, líder de culto en The Exchange en Nashville, TN, y miembro de The Arise Gathering, una reunión de mujeres del evento en ciudades de todo el país para la oración, el culto y el ministerio profético, suministró un artículo en el que resume tres puntos importantes para la adoración.
Se trata de algo más que una canción o un evento, más que ir los domingos a la iglesia y alabar a Dios. La adoración trata de la intención detrás de las palabras y la postura del corazón.
1. La adoración es conexión
Más importante que cualquier cosa es el momento entre Jesús y tú. La distinción entre conocer a Jesús y conocerlo íntimamente es la diferencia en nuestras vidas. Fuimos creados para estar en relación con el Padre. Fuimos hechos para estar conectados con él, y una forma de hacerlo es a través de la adoración. Cuando tomamos la decisión de adorar, recurrimos a su fuente de poder, y Él nos conecta con la paz cuando estamos preocupados, la alegría cuando estamos quebrantados de corazón y la fortaleza cuando somos débiles.
2. La adoración es un estilo de vida de obediencia
Entrar en la presencia de Dios tiene limpiar el corazón y la mente cada vez que sentimos que estamos desviándonos espiritualmente. Es como presionar un botón de reinicio. El desorden comienza a desaparecer y mi perspectiva cambia. A pesar de estar hecho a su imagen y semejanza, a veces nos olvidamos de lo que se supone que debemos lucir. Pero cuando lo miramos, se nos recuerda una y otra vez quiénes somos.
3. La adoración es guerra
Cuando adoramos, hacemos una declaración en los lugares celestiales. Estamos enviando un recordatorio de que pertenecemos a Dios y de que está librando nuestras batallas por nosotros. El enemigo odia el sonido de nuestra alabanza, y ante el nombre de Jesús toda rodilla tiene que inclinarse ( Santiago 2:19 ).
Cuando elegimos adorar a Dios en medio de nuestras mejores batallas, hacemos un daño inconmensurable al reino de las tinieblas. ¡Cuando adoramos, Dios va a la batalla en nuestro nombre! Podemos alabar nuestra salida del quebranto, podemos adorar a nuestra manera a través de las tormentas. La Biblia dice que nuestro Padre habita en nuestra alabanza (Salmo 22: 3), que literalmente vive en nuestra adoración. Dios se conmueve con nuestra alabanza genuina y llena de fe. ¡El creador del Cielo y la tierra quiere sentarse y comunicarse con nosotros y este es nuestro derecho y privilegio como hijos e hijas del Rey.
Por Andreina Fersaca
