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Conoce la paz que sobrepasa todo entendimiento humano

Cuando tenemos ansiedad agrandamos los problemas, dejando a un lado la paz que Dios nos ofrece, vivimos preocupados y con desasosiego por cosas que nos imaginamos y de pronto nunca van a ocurrir. Qué sabias son las palabras que Pablo escribió a los filipenses, las cuales deben guiar nuestra vida: “Por nada estéis afanosos” y dice: piensa todo lo verdadero, lo respetable, lo justo, lo puro, lo amable, lo que es digno de admiración y elogio y la ansiedad se irá y vendrá una paz que sobrepasa todo entendimiento (Filipenses 4:8-9). Este es un mensaje para atesorar en un mundo que se ahoga de ansiedad.

La Biblia nos habla de la paz de Dios. Esa paz vendrá por medio de la persona de Cristo, que fue llamado el Príncipe de Paz. Esta paz viene al ser humano cuando sus pecados son perdonados. Esa es la paz de la cual Jesús dijo, en Mateo: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”. Ese es el descanso de la salvación, una completa tranquilidad. Ahora, la paz que se menciona en Filipenses 4, es una paz que sobrepasa todo entendimiento, que supera nuestra capacidad de razonar, es esa paz que nos permite conservar la calma en momentos de tragedia y aun consolar a los demás. Es la presencia de Dios en nuestra vida.

La salida a la ansiedad es muy clara: “sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego”. La oración nos lleva a tener paz, aunque las circunstancias adversas sigan igual, lo que cambia, está dentro del alma y la mente del ser humano.

A menudo, al enfrentarnos con momentos de ansiedad o angustia, queremos que Dios cambie todas las circunstancias que nos rodean, queremos que se abran las puertas cerradas pero nuestra oración debe ser: «Oh Dios, cámbiame, transfórmame, renuévame», y la paz de Dios vendrá a nuestra vida.

Recuerda que nuestro gozo y paz no dependen de las circunstancias. Nuestra mirada debe estar puesta en Dios, quien hace posible lo imposible y que hace que todas las circunstancias, sin importar lo adversas que parezcan, obren a nuestro favor. Refúgiate en Dios y permite que su paz inunde tu corazón.

Espera en Dios

Muchos creyentes buscan sentir paz como señal para ayudarles a determinar la voluntad de Dios. Sin embargo, un sentimiento de paz puede no ser evidencia suficiente para confirmar que las decisiones de una persona armonizan con los planes del Señor.

La palabra paz indica armonía y unidad. Entonces, tener la paz de Dios sobre un asunto significa que la decisión debe armonizar con la voluntad de Él. La única manera de determinarlo es comparando nuestros pensamientos y decisiones con la Palabra de Dios.

Con las instrucciones de Dios como nuestra base, podremos tomar decisiones con confianza, sabiendo que estamos obedeciendo la voluntad del Señor. Y así, tendremos una sensación de unidad con el Señor y su paz guardará nuestro camino.

Por Andreina Fersaca