A lo largo de nuestra existencia pasamos por diferentes enfermedades, desde las más leves hasta las más graves. Son situaciones que muchas veces escapan de nuestro control y nos toca recurrir al dador de la vida y la sanidad, nuestro Señor Jesucristo.
Ciertamente, Él murió en la cruz y llevo no solo nuestros pecados sino también nuestras enfermedades. La falta de salud ya sea en nuestros cuerpos o en nuestras mentes es algo que no solo afecta a la persona sino a todas las que se encuentran a su alrededor.
También sabemos que el Señor tiene un propósito para todo lo que sucede y las enfermedades muchas veces forman parte de su plan, ya sea para fortalecernos, para aumentar nuestra fe y dependencia de Él, o para ser instrumento de ayuda a otros.
En la Palabra podemos encontrar como Dios nos da instrucciones y una fortaleza en esos momentos difíciles en el que para muchos no hay esperanza, sin embargo, Dios es el mismo ayer, hoy y por los siglos y sigue enviado paz y sanidad a todo el que lo pida, siempre que esté dentro de su plan y voluntad.
Repasemos y meditemos en estos 7 versículos bíblicos de sanidad que sin duda traerán fortaleza al corazón afligido.
1.- Salmos 107:19-21
Pero clamaron a Jehová en su angustia, Y los libró de sus aflicciones. Envió su palabra, y los sanó, Y los libró de su ruina. Alaben la misericordia de Jehová, Y sus maravillas para con los hijos de los hombres.
2.- Isaías 53:5
Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
3.- Isaías 41:10
No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
4.- 1 Pedro 2:24
Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.
5.- Marcos 16:18
Tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.
6.- Jeremías 33:6
He aquí que yo les traeré sanidad y medicina; y los curaré, y les revelaré abundancia de paz y de verdad.
7.- Salmos 30:2
Jehová Dios mío, A ti clamé, y me sanaste.
No dudes de clamar al Señor y pedir que te muestre su propósito detrás de tu situación, Dios premia la fidelidad de aquellos que confían en Él, las dolencias de nuestros cuerpos son pasajeras pero el amor de nuestro Dios es eterno.
Por Rossmary Valladares