La vida de Jesús es el mayor ejemplo que podemos tener como creyentes. Al leer los evangelios podemos reconocer, que sus palabras son las más grandes que alguien jamás haya pronunciado.
Por ejemplo, cuando Jesús dio este mensaje: “Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas”, (Mateo 7:12). Esta simple pero profunda enseñanza, para muchos parece imposible de cumplir. Pero, si queremos imitar a Jesús en todo y vivir una vida a su estilo, debemos aceptar cada día el desafío de poner en práctica cada una de sus enseñanzas, aún cuando no entendamos.
Las instrucciones que Jesús nos dejó en su Palabra son muy claras. Hagamos morir el yo para que él sea el centro y Rey de nuestras vidas. En este devocional te compartimos algunos consejos que te permitirán vivir una vida al estilo de nuestro Salvador Jesús:
-Deja la preocupación y comienza a vivir
Jesús nos manda a dejar a un lado la preocupación por la vida, las cosas materiales, el alimento (Mateo 6:25-31). Por supuesto, trabaja, esfuérzate, piensa hacia adelante, planifica, pero no te preocupes por lo que pueda ocurrir. Tenemos un Padre Celestial proveedor y conoce cada una de nuestras necesidades. Dueño de todas las cosas que existen. La preocupación solo nos quita la paz y tiempo.
Como señaló la escritura Corrie ten Boom: «La preocupación no elimina el dolor del mañana sino que deja sin fuerzas el hoy». En tus manos está tomar la decisión de entregar tu día a Dios y confiar en que el te sostendrá día a día, como hasta ha hecho con cada uno de nosotros.
-Establece prioridades
“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. Mateo 6:33
Jesús nos invita a buscarle primeramente a él, a darle el lugar que le corresponde en nuestras vidas. Sabemos que él puede hacer cosas grandes, sea cual sea la situación en la que nos encontremos. Él desea que le busquemos por quién es y no por lo que puede darnos.
Adquiere un compromiso con el Señor de entregarle toda tu vida y dedicarle un tiempo especial. Donde las preocupaciones, necesidades y afanes se los entregues a él.
-Persiste en oración
La oración nos conecta más íntimamente con Dios. A través de ella, podemos hablar libremente con el Padre, sin miedo. Al estudiar algunos pasajes en que Jesús oró, podemos notar lo importante que era la oración para él. Cuando ores no seas repetitivo, pero sí constante.
-Elige el camino correcto
Elige y sigue el camino angosto que conduce a la vida eterna. En ese camino no hay lugar para el orgullo, el rencor, la ira, el oído ni la falta de perdón.
En cambio, ora, ten dominio propio y busca el reino de Dios. Sigue el camino de Jesús, pues es el mejor camino para caminar en pureza, rectitud, integridad, honestidad y perdón. Pide al Señor que te llene con su Espíritu Santo y te ayude a vivir la clase de vida que a él le agrada.
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