Cómo vencer el pesimismo

Pesimismo

El pesimismo puede definirse como una tendencia a ver y a considerar las cosas con un resultado negativo o desfavorable. También te hace creer de que nada de lo que hagas servirá, a lo cual te puedes hacer cuestionamientos como: “¿Para qué intentarlo si de todos modos no funcionará?”.

En el libro de Números se relata la historia de los israelitas y como Dios los sacó de Egipto con la guía de Moisés. Él deseaba que ellos tuvieran su mirada en el lugar al que iban. Los Israelitas no tenían una actitud optimista de sus vidas, todo era una constante queja y preferían volver a la esclavitud en Egipto que seguir avanzando a través del desierto hasta la Tierra Prometida.

Y porque no había agua para la congregación, se juntaron contra Moisés y Aarón.  Y habló el pueblo contra Moisés, diciendo: ¡Ojalá hubiéramos muerto cuando perecieron nuestros hermanos delante de Jehová!  ¿Por qué hiciste venir la congregación de Jehová a este desierto, para que muramos aquí nosotros y nuestras bestias?”. Números 20:2-4

Es increíble ver cómo a pesar de todas las señales que el Señor hacía a su pueblo escogido, no confiaban en Él en lo absoluto; tenían una mentalidad de pesimismo y fracaso. Antes de emprender el viaje visualizaron los peores escenarios, sencillamente porque las circunstancias no eran perfectas.

Meditando en esta historia, supongo que fue muy difícil para Moisés convivir con esa gente, que constantemente se quejaba y miraba el lado negativo de las cosas. Aunque la Palabra de Dios no usa la palabra “pesimista” u “optimista”, si usa reiteradamente la palabra “fe”.

Razones para ser optimistas:

  • Tenemos a un Padre todopoderoso que nos ama y que cuida de nosotros (Mateo 6:25-34).
  • A través de la oración, podemos llevar nuestras necesidades, problemas, peticiones y dudas ante nuestro Padre Celestial (Filipenses 4:6).
  • Porque somos testigos de cómo el Señor obra en medio de su pueblo y cómo la fe y la esperanza en Dios puede rendir grandes frutos (Hebreos 11).
  • Porque Cristo ha vencido al mundo y nos ha hecho más que victoriosos frente a cualquier circunstancia que parece no ser muy favorable y esa es nuestra esperanza (Romanos 8:37).
  • Porque sus planes son mejores que los nuestros, son planes de bienestar y no de calamidad (Jeremías 29:11).

Debemos como cristianos estar firmes y perseverar en hacer lo bueno y agradable ante el Señor, confiando en que Él siempre tienes planes de bien para nosotros. Llenemos nuestra vida y la de otros de optimismo, fe y esperanza. Si el pesimismo se ha querido estacionar en tu vida, haciendo que solo veas lo negativo y trágico de toda situación, en el nombre de Jesús pide al Señor en oración que sea Él renovando tu mente y corazón. Llénate de la Palabra de Dios diariamente para que te llene de esperanza, gozo y paz por medio del Espíritu Santo.

Por Rossmary Valladares

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