Tal vez en algún momento hayas exclamado “Señor, hoy ningún plan ha salido como he querido”. Es una oración que a lo mejor hayas realizado hace poco o con la que, luego te sientas identificado. Hay personas necesitan planificarlo todo, hasta el más mínimo detalle. Y, aunque tú no seas así, igualmente tienen planes y metas en tu corazón que deseas cumplir en tu vida.
La planificación nos permite hacer un mejor uso de nuestro tiempo y eso no está mal, lo importante es, que incluyas al Señor en todos tus planes. Dios es el autor de la vida y, por lo tanto, es quien dirige todos tus pasos. Él tiene un propósito para tu vida y tu trabajo es andar a su lado para poder cumplir ese propósito.
Para ti puede ser difícil saber lo que Dios quiere que hagas todos los días, pero una buena manera de descubrirlo es prestar atención a los consejos sabios y aceptar la corrección de Dios cuando escoges el camino equivocado.
En Proverbios 19: 20-21 dice: “Escucha el consejo, y recibe la corrección, para que seas sabio en tu vejez. Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre; mas el consejo de Jehová permanecerá”.
Cuando se trata del plan de Dios para nuestras vidas, así es como funciona: Él nos habla a través de su Palabra (La Biblia) y nos da orientación para los próximos pasos que tenemos que dar. El Salmo 119: 105 dice “Lámpara es mi pies a tu palabra y lumbrera a mi camino”. Su Palabra es un camino de luz en medio de la oscuridad, a través de ella podemos caminar y ver lo que está delante aunque muchas veces no veamos claramente.
Hay tres cosas sobre el plan de Dios que es muy importante saber:
1.- Los planes de Dios pueden llevar tiempo. Dios le prometió a Abraham y a Sara el hijo de la promesa, la espera fue larga y esto les hizo que en medio de su desesperación, ambos tomaran malas decisiones. A veces, puede parecer que Dios está demorando una eternidad en revelarte su plan. Tal vez nunca veas el resultado completo de lo que Dios tiene para tu vida. Pero ¡Podrías estar dejando una huella en las próximas generaciones y ni siquiera saberlo!
2.- La espera no es tiempo perdido. Dios les dijo a los israelitas que estarían en cautiverio durante 70 años, pero en ese tiempo no les dijo que esperaran y no hicieran nada durante esos años. Les dijo que trabajaran por la paz y la prosperidad de la ciudad a la que los envió. Así que, no pierdas la oportunidad de ser usado por Dios en el momento de la espera.
3.- Sus planes son buenos y perfectos. No importa el momento en el que te encuentres, la promesa de Jeremías 29:11 se cumple: Dios tiene buenos planes para ti, planes para un futuro y una esperanza. A lo mejor crees que nada está funcionando en este momento, pero si sigues creyendo y confiando tu futuro en manos de Dios, verás lo bueno que tiene preparado para ti. ¡No dejes de creer!
Por Rossmary Valladares
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