Cómo encontrar la calma en medio de los desafíos diarios

Calma

Vivir en un estado de constante actividad se ha vuelto común para nosotros. ¿Pero por qué es eso? ¿Y qué implica? Actualmente, nuestras vidas se caracterizan por una abrumadora sensación de rapidez. Nos encontramos en constante movimiento, cumpliendo numerosas obligaciones, esforzándonos por alcanzar la excelencia académica o el éxito profesional, todo ello mientras debemos mantener una sonrisa y ser amables con quienes nos rodean.

Sin embargo, es imperativo que cumplamos con estas expectativas poco realistas. Este es el estado actual de las cosas, el modo en que opera el mundo. ¿Y cómo ocupamos un tiempo al descanso o al ocio, cuando dedicamos tanto tiempo a actividades educativas o profesionales?

En medio de nuestras ocupadas vidas, nos encontramos constantemente entre diversas tareas y distracciones. Las redes sociales, las llamadas telefónicas, las invitaciones a eventos, las actividades del colegio y las competencias deportivas, requieren nuestra atención. Incluso cuando estamos en casa, nos esperan responsabilidades como: lavar la ropa, lavar los platos y otras tareas domésticas. Esto puede resultar abrumador si pasa muy seguido. Pero en medio de este caos, debemos recordar la Palabra. Jesús nos ha dejado el regalo de calma en medio del caos que podamos estar viviendo. Él nos ha otorgado la seguridad de que, sin importar los desafíos que enfrentemos, hemos recibido su gracia y podemos encontrar consuelo y fortaleza en Él.

“La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo” Juan 14:27.

Este versículo de Juan enfatiza que la paz que Él nos otorga es muy diferente de la paz que se encuentra en el mundo. De hecho, su paz, que proviene de la gracia divina, supera todas las expectativas. Teniendo esto en cuenta, debemos liberarnos de nuestras ansiedades respecto de los asuntos del mundo.

Él nos instruye explícitamente a no temer, pero ¿cómo podemos evitar sentirnos abrumados por preocupaciones pequeñas? ¿Cómo podemos mantener una sensación de calma cuando todo lo que nos rodea parece moverse a una velocidad abrumadora? La respuesta es debemos depender de Dios en todo y dejar a cada día su propio afán. Nuestras preocupaciones sobre el día a día pueden parecer insignificantes en comparación con el gran diseño que Dios tiene reservado para nosotros.

¿Sientes que no puede más con tantas labores? La Biblia nos enseña que la paz y la calma vienen de confiar en Dios y en su perfecto plan para nuestras vidas. Aquí hay algunas formas en las que podemos mantener la calma en un mundo apresurado:

-Ora y confia en Dios: La oración es una poderosa forma de encontrar calma y paz en medio del caos. La Biblia nos enseña a confiar en Dios y depositar nuestras preocupaciones en él a través de la oración (Filipenses 4:6-7).

-Recuerda las promesas de Dios: En momentos de estrés y ansiedad, es importante recordar las promesas de Dios y confiar en su fidelidad. La Biblia está llena de promesas de paz y consuelo para aquellos que confían en él (Isaías 26:3).

-Mantener una actitud de gratitud: Agradecer a Dios por sus bendiciones y recordar todo lo bueno que nos ha dado puede ayudarnos a mantener una actitud positiva y tranquila en medio de las dificultades (1 Tesalonicenses 5:18).

-Practica la paciencia: La Biblia nos enseña la importancia de ser pacientes y esperar en el Señor, confiando en su tiempo perfecto (Salmos 27:14).

-Evita la comparación y la envidia: En un mundo apurado, es fácil caer en la trampa de compararse con los demás y envidiar lo que tienen. La Biblia nos enseña a centrarnos en lo que Dios nos ha dado y a estar contentos con lo que tenemos (Hebreos 13:5).

-Recuerda que Dios está en control: En momentos de incertidumbre y caos, es importante recordar que Dios está en control de todas las cosas. Confía en su soberanía y descansa en su amor y provisión (Romanos 8:28).

Por Rossmary Valladares

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