Cinco versículos bíblicos que nos hablan sobre la adoración

Adoración

La Biblia habla sobre la adoración y acerca de cómo vivir una vida de adoración auténtica. Al estudiarla, podemos aprender versículos que nos alientan a adorar al Único Digno de adoración, Príncipe de Paz, Rey de Justicia, el Salvador, el Cristo, Rey de Reyes, Señor de Señores, el Alfa y el Omega, el Principio y el Fin. .

Hagamos un repaso por algunos de estos versículos bíblicos que nos hablan de la adoración:

1.- Juan 4:23-24 (NVI) «Pero se acerca la hora, y de hecho ya ha llegado, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que sean los que le adoren. Dios es espíritu, y quienes lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad».

En este pasaje, Jesús habla con una mujer samaritana en el pozo de Jacob. Le está explicando que la adoración genuina no está limitada a un lugar físico o a prácticas externas, sino que debe nacer del corazón y ser coherente con la verdad revelada en Dios. La verdadera adoración no es simplemente una cuestión de actos externos, sino que debe ser un acto del corazón, una relación espiritual genuina con Dios. Se refiere a una entrega total y una comunión sincera con el Espíritu de Dios.

2.- Romanos 12:1 (NVI) «Así que, hermanos, por la misericordia de Dios, les ruego que presenten su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. Este es su culto verdadero».

El apóstol Pablo nos exhorta a ofrecer nuestros cuerpos como un sacrificio vivo, lo cual representa una adoración continua y práctica. La entrega total de nuestras vidas a Dios es el culto verdadero, y la adoración va más allá de los momentos específicos para abarcar toda nuestra existencia.

3.- Colosenses 3:16 (NVI) «Que habite en ustedes la palabra de Cristo con toda su riqueza: instrúyanse y aconséjense unos a otros con toda sabiduría; canten salmos, himnos y canciones espirituales con gratitud a Dios en el corazón».

La adoración no se limita a momentos específicos; este versículo destaca que la Palabra de Cristo debe habitar en nosotros enriqueciéndonos. La adoración implica aprender y enseñar, cantar con gratitud y permitir que la Palabra de Dios moldee profundamente nuestras vidas.

4.- Salmo 95:6 (NVI) «Vengan, adoremos postrémonos; arrodillémonos delante del Señor, nuestro Hacedor».

El Salmo 95 es un llamado apasionado a la adoración. Este versículo destaca la importancia de una postura humilde y reverente al adorar a Dios. Arrodillarse simboliza humildad y sumisión ante la autoridad divina. La Palabra de Dios nos anima a llevar una vida de verdadera adoración, pues aunque sabemos que Él es digno de toda adoración, también es beneficioso para nuestra relación con Él.

5.- Salmo 100:2 (NVI) «Vengan, antes sus puertas, con himnos; denle gracias, alaben su nombre».

Este Salmo es un himno alegre de gratitud y adoración. Invita a acercarse a la presencia de Dios con cánticos de alabanza y acción de gracias. La adoración incluye expresiones alegres que celebran la grandeza de Dios. Esto no se trata solo de cumplir un deber religioso, sino de una actitud que surge del corazón que comprende quién es Dios y lo que ha hecho por cada uno de nosotros.

Por Rossmary Valladares

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